Elegir un colegio adecuado para cualquier niño o niña puede ser estresante para los padres. Encontrar uno para un niño o niña con Asperger o con TEA mucho más, y en ocasiones a veces se hace muy dificultoso.
Cada niño/a merece una educación significativa y funcional. Si nos basamos en este criterio lo más lógico sería entonces que la institución educativa que incluya a niños/as con Asperger no solo tiene que estar preparada desde la evaluación inicial en relación a las áreas académicas, sociales-conductuales, sino además con criterios unificados para hacer las adecuaciones curriculares correspondiente según la necesidad de ese niño/a.
La ley (o marco normativo de Educación Inclusiva según el país) dispone o debería disponer que los niños/as con Asperger sean educados por profesores y facilitadores preparados para trabajar en la práctica. Estos maestros/as tienen que tener la capacidad de trabajo y experiencia con y para la atención a la diversidad, ser profesores diferenciados, saber trabajar con niños o niñas con Asperger y por último con el/ ella en relación a su necesidad, toda una tarea, sin duda.
Otros aspectos a considerar por los padres serÍa la ubicación del colegio, la metodología, el número de alumnos, el costo, aspectos que pasan a segundo plano ante la gran necesidad de encontrar un colegio que acepte al niño/a con su condición. Al menos en este país. Todo esto si los padres luchan por los derechos de los hijos desde la honestidad y no esconden el diagnóstico y se someten pacientemente al proceso de admisión de la institución. Proceso muchas veces lento, injusto y doloroso por la cantidad de entrevistas, reuniones, papeles y fichas a llenar de la postulación, recolectar informaciones y evaluaciones requeridas, espera de resultados que no llegan, demoras en la respuesta, angustiando a los padres y exponiendo a los niños a estreses extras etc.
Por todo esto, hoy en día los padres tienen la difísil tarea de decidir si es mejor que el niño/a vaya a un colegio regular, o a uno de educación especial. Según el concepto en general, los colegios de niños neurotípicos son donde se dan las posibilidades de socializar y los colegios o programas especiales tienen abordajes educativos especializados para niños autistas que si bien manejan mejor los criterios en base a las necesidades, podrían no proporcionar modelos y roles suficientemente positivos de comportamientos 'normales' o inclusivos. Algunas personas sienten rechazo por las instituciones especiales, piensan que segregan o que estas instituciones pueden condicionar a los niños/as a imitar el comportamiento de otros con conductas similares.
Seamos verdaderamente críticos. Si esa es la lógica, ¿Qué podría aprender entonces un niño o niña con Asperger en un colegio regular no capacitado?, ¿El Ministerio de Educación aceptaría a un niño en un colegio que solo le brinde como currículo lo social? No es garantía que el colegio especial no segregue y que el regular garantice la inclusión. La garantía estaría en la formación y el compromiso del maestro en relación a la discapacidad. No hablamos de voluntad sino formación.
En este país la educación diferencial no existe como carrera y el maestro se resiste a elaborar adecuaciones recayendo esta tarea en profesionales externos. A quien corresponde esta tarea?, Según el ministerio a los maestros y estos maestros, fueron o no preparados? Es una pregunta sin respuesta.
Para la mayoría de niños/as con Asperger se considera como regla asistir a un colegio regular con apoyos. Los niños con Asperger no presentan dificultades de carácter cognitivo, de aprendizaje o de comprensión sino más bien conductuales o de cambios en las situaciones sociales. Por lo tanto, el niño estaría mejor si se habitúa a un entorno en que será el que le acompañará el resto de su vida, que es el de la población general. Obviamente, que en los colegios especiales la inclusión con chicos neurotípicos es casi nula, entonces la institución realiza actividades o elabora programas para trabajar lo social en otros ámbitos; salidas a la comunidad, actividades escolares con otros colegios y alumnos, etc. Y por lo general el objetivo de los colegios especiales es que los niños con Asperger generalicen o amplíen su repertorio social a través de estas actividades o programas.
Elegir el colegio adecuado precisa una visita a la institución y una conversación seria con los directivos, el equipo técnico y profesores que van a educar y trabajar con el niño. Antes de ser incluido el niño, es esencial como padres evacuar todo tipo de dudas y considerar la experiencia escolar que tiene la institución en relación a la inclusión. Incluso algo muy importante, ponerse en el lugar de las necesidades reales, los pensamientos y sentimientos del niño a incluir. Como sugerencia, a modo de ponerse en el lugar del niño el padre tiene que pensar, ¿Qué preguntas se podría hacer su hijo antes de entrar a ese colegio en particular? ¿Qué situaciones y sentimientos lo acompañaran en el proceso de transición? Como podré ayudarlo?
Para eso recomendamos que el padre haga una lista de preguntas que quiera hacer al equipo del colegio. En algunas de esas preguntas se pueden incluir: ¿Cómo será integrado mi hijo/a en clase? ¿Quién hará la evaluación inicial en relación a las áreas comunicacionales, sociales-conductuales y académicas? ¿Tendrá mi hijo/a un plan curricular en relación a sus habilidades y limitaciones? ¿Qué técnicas se usarán ante las conductas de mi hijo/a? Aparte de la socialización, ¿cómo harán para que mi hijo/a sea un niño/a más autónomo/a? En relación a las limitaciones de mi hijo/a en las áreas lenguaje, comunicacional, social y conductual, ¿Cómo lo harán para que él/ella adquiera las habilidades correspondientes? ¿El colegio está capacitado para trabajar con niños/as con estas características? ¿El colegio se capacita permanentemente en relación a la inclusión? En el caso que mi hijo/a entre al colegio, ¿seré informado sobre las condiciones?
Algunas de las elecciones como padres en relación a la elección del colegio dependerán del nivel de funcionalidad del hijo y de su edad. Por lo tanto, es de suma importancia pensar en la edad y el nivel de funcionalidad. Es importante que el niño/a sea evaluado a modo de describir detalladamente cómo está a nivel sensorial, del lenguaje, comunicacional, social-conductual, su autoayuda, motricidad fina-gruesa y el nivel académico y de ahí se tendrá mayor información en relación a su funcionalidad. ¿Por qué es importante esto?, para que la Institución maneje el nivel real de ese niño o niña a modo de hacer un buen plan de trabajo en relación a las áreas evaluadas. Con este plan de trabajo la maestra sabrá el cómo trabajar con él o ella. También además de la evaluación la maestra sabrá el estilo de aprendizaje que tiene el niño/a a modo de ayuda para reforzar o motivar dentro del aula.
Son muchos los cuestionamientos y los criterios a evaluar. Los padres hoy en día tienen la obligación de estar informados, revisar la legislación vigente del país, consultar con asesores y organizaciones que apoyan a la discapacidad caminos a seguir en caso de discriminación. Cuando un colegio acepta a un niño/a incluido debería de preocuparse no de palabra sino de hecho de atender todas sus necesidades educativas. Para esto requieren información suficiente, criterios, compromiso real y tiempo para planear objetivos con anticipación de meses o año para no improvisar.
Es necesario que los padres conozcan las condiciones reales de los colegios en relación a como se brindará la inclusión, como se irá dando para evitar sorpresas, exigencias y condiciones en un futuro y los temidos parches para paliar situaciones tan comunes actualmente.
Otro punto importante es la exposición del niño o niña a situaciones innecesarias durante el proceso de admisión, la evaluación o las pruebas y más adelante una vez aceptado o admitido a tratos no acordes y menos aún inclusivos de parte de adultos o de compañeros. El reforzamiento inadecuado de conductas, el trato sobreprotector, la discriminación, el rechazo, o el bullying escolar entre otros.
Otro punto importante es la exposición del niño o niña a situaciones innecesarias durante el proceso de admisión, la evaluación o las pruebas y más adelante una vez aceptado o admitido a tratos no acordes y menos aún inclusivos de parte de adultos o de compañeros. El reforzamiento inadecuado de conductas, el trato sobreprotector, la discriminación, el rechazo, o el bullying escolar entre otros.
Todo esto nos lleva a cuestionarnos una y otra vez hasta donde llega la tolerancia y donde esta el límite por seguir en la lucha por los derechos y la inclusión educativa de los hijos. Un gran dilema para los padres.
Imagen: Google
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6 comentarios:
Yo no se si ahora es mejor que antes, no me arrepiento de la educación que recibió Diego en el centro educativo especial.Se ocuparon de todo, de integrarlo, incluirlo y de insertarlo en el trabajo. GRACIAS
Sí que es difícil aquí también. El país es vasto, por lo tanto determinar si se atienden las necesidades de todxs lxs niñxs es complejo.
En mi ciudad tenemos el Instituto María Montesori, todxs lxs profesionales están especializadxs.
Concurren allí, ellxs se encargan de hacer el puente hacia 'la escuela normal'.
No creo que haya que tenerle miedo a los centros educativos especiales, tampoco ocultar.
Abrazos Carmen, buen fin de semana :)
No es mejor ni peor, pero se paga caro las consecuencias del proceso.Acá falta mucho para que se de la inclusión y nos quedamos sin centros especiales buenos, una alternativa como la que tuvo Diego muchos no podrán tenerla.No estoy ni a favor ni en contra. Es un tema de criterios.Trabajar con uds. fue muy lindo Ana. Cariños
Los centros especiales son una gran alternativa, ya que es una realidad que no todos pueden ser incluidos. No es cuestión de llevar la bandera sin criterio. La inclusión se inició para cierto tipo de discapacidad física o sensorial,hay una realidad que tenemos que asumir en cuanto al aspecto mental y educativo.Me indigna cuando un colegio se ve obligado a tomar chicos y no tiene respuesta a sus necesidades. No creo mucho que exponiéndolos a la negligencia los ayudemos a crecer. Lo encuentro más bien injusto. Que pases bien también Graciela. Abrazos
Hola, el tema de la adecuación curricular es complicado. Siempre me pregunto como hace la maestra con 15 0 más niños en aula.Saludos
Hola Laura, me asusté pense que pusiste 150 alumnos, jaja La cantidad de niños es un tema, tiene que haber una asistente y dependiendo de las condiciones impuestas por la institución una maestra integradora para el niño. Aún así la maestra debe evaluar y realizar las adecuaciones,según el ministerio, cosa que no se da en la práctica. Es al profesional externo a quién se le solicita, al psicopedagogo o psicólogo educacional por ejemplo. Esto debe pautarse bien antes del ingreso. Saludos
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