"Continuar con el crecimiento personal, vivenciar el darse cuenta para que están en PDP, reconocer el proceso, enfrentar los desafíos, atreverse a cambiar e iniciar la generalización y transferencia a través de las habilidades socioemocionales y actitudinales para empezar a proyectarse a futuro".
Esto resume parte del proceso por el que han pasado y pasarán los jóvenes y adultos en el Programa de Desarrollo Psicosocial.
El reconocer sus potencialidades, sus miedos limitantes, su temor a los cambios, reconocer la vida como cambio permanente que trae gratificaciones personales, reconocerse diferente, que estan cambiando,han cambiado, crecido y madurado.
El cambio en si mismo es la base de nuestra continuidad como personas y nuestros jóvenes lograron darse cuenta que para continuar e ir hacia delante hay que cambiar con todo lo que esto conlleve.
Uno de los desafíos más difíciles con que nos encontramos durante el proceso de trabajo fue en relación a "las habilidades sociales que los participantes traían consigo al ingresar al programa". Estas, fueron y aun son necesarias trabajar en el marco de las relaciones interpersonales, practicando y experimentando el modo en que esas relaciones pueden contribuir a ese crecimiento, desarrollo o cambio con nuevos enfoques, todo un reto y mucho más interesante.
El desarrollar habilidades equivale a desarrollar relaciones interpersonales, si pensamos en las relaciones que ayudan a crecer y a evolucionar como personas viendo de que manera esas relaciones pueden prestarse a ese crecimiento, desarrollo o cambio.
Al analizar las habilidades que intervienen en procesos tan complejos como los de las relaciones interpersonales surgen dudas y cuestionamientos.
"Estarán los participantes dispuestos a cambiar y a crecer o preferirán seguir en el mismo seguro esquema vivencial como hasta ahora?" "Será posible trabajar y obtener apoyo de las demás personas allegadas e involucradas ?"
El apoyo en el proceso de cambio es necesario para reforzar las estructuras de carácter organizativo al trabajar con la familia, personas, entorno y otras variables espontáneas.
Este proceso cuesta debido a que implica riesgos o beneficios y exigen el apoyo de los demás.
Los cambios de una persona ineludiblemente resultan en cambios en la vida de otras personas. Pueden y van a aparecer obstáculos que una vez identificados y reconocidos, deberíamos hacernos todos y todas otras preguntas.
"Aun estamos dispuestos a correr los riesgos y tratar de superarlos?", "Qué habilidades necesitamos para cambiar junto con los jóvenes y adultos?"
Este proceso es bidirecccional y se basa en el beneficio mutuo, nuestra meta y objetivos en PDP es reforzar las diversas capacidades y habilidades sociales de las personas para que trabajen juntos en términos de igualdad en sus respectivas familias y comunidad e incrementar las ocasiones en que los jóvenes y adultos desde la diversidad puedan tomar sus propias decisiones y manejar sus vidas inter e independientemente.
La reflexión que nos hacemos a diario es "¿Cual es el camino que facilite a cada participante en particular la posibilidad de responder de acuerdo a la singularidad de su situación y contexto personal ?"
Nuestra respuesta desde el PDP es trabajar en las capacidades para extraer aprendizajes valiosos de las experiencias vitales y mas criticas de su vida, animarles para expresar su sentir, decidir y elegir lo que quieren vivir, guiarles para construir y saber que no tiene que decir si, sin comprender. Trabajamos a favor del pensamiento independiente haciéndolos mas concientes de si mismos, dandose cuenta de lo que les pasa y les conviene, aprendiendo a pensar y reflexionar, actuando acorde a su criterios formados desde el programa.
El cambio presupone un gran esfuerzo personal por parte de los participantes quienes deben escuchar, procesar y codificar información, conceptualizar, abstraer, generalizar y transferir además de comunicar, argumentar, dar cabida a las demás opiniones y enfrentar a la familia y demás agentes sociales. Les cuesta pero es posible y hemos constatado que pueden llegar a niveles no pensados.
El nivel de cohesión del grupo les permite la reflexión, la construcción activa y conforme van surgiendo los cambios, evolucionan con las situaciones planteadas a diario, en un constante proceso evaluador y de observación diaria.
Con el establecimiento de vínculos se afianza la construcción de la personalidad, las emociones surgen a modo de interacción y acción para orientar a cada participante en su gran desafío "el desarrollo socio afectivo".
Otro desafío no menor siempre será para todas y todos trasladarnos al entorno social trascendiendo nuestro espacio, esto tarda mas y llegará como un proceso luego de un largo entrenamiento en gestión emocional, manejo y enfrentamiento de conflictos, discriminación y conocimiento de aprendizajes, implementación y además la constatación de que estos progresos aportan un grado de satisfacción compartida por los mism@s a lo largo de su experiencia.
Contribuye mucho al proceso que vean este espacio de encuentro y comunicación como un lugar para poder crecer y construir relaciones positivas y de confianza con las personas en nuestro entorno de trabajo que trasladarán con el tiempo al ámbito familiar o social.
Uno de los aspectos trabajados a diario en las dinámicas, en los trabajos, en las tutorías individuales o momentos de esparcimiento ha sido la estimulación de la confianza en uno mismo. Han echo un gran esfuerzo para cambiar el concepto que tenían de si mismos, y comenzar a sentirse adultos, apoyados en sus capacidades, orientados hacia temas o actividades más propias con excelentes resultados. Recordemos que hablamos de personas con diversidad funcional intelectual y que perciben su dificultad a través de nuestros ojos.
El trabajo fue llevándolos a tener oportunidades de estar y trabajar solos, cada cual en temas o proyectos diferentes, adquiriendo mayor autogestión, responsabilidad y la observación de la consecuente relación entre sus acciones y resultados.
El reconocimiento del esfuerzo, el conseguir y pasar por riesgos siempre dentro de un mínimo de seguridad experimentando nuevas vivencias y logros aumentó la auto confianza.
El enfrentamiento de las situaciones difíciles o experiencias pasadas no resueltas, trabajando el estado de ánimo y criterio real de la situación, fue llevándolos a ver las cosas de otra manera pudiendo expresarlas y asumirlas como son.
Las habilidades para tomar decisiones y afirmación básica, el derecho a negarse sin por eso temer el rechazo o pérdida de sus amigos es un aspecto hasta hoy muy trabajado, el ansia de gustar a los demás hizo que no tengan suficiente confianza en si mismos como para decir no y esto puede quedar instalado y afectarles en situaciones futuras. El establecimiento de limites propios y ajenos, conocer lo que les gusta y lo que no, lo que son capaces de dar y recibir y por útimo lo que pueden brindarles las otras personas y sus familias, relaciones basadas en derechos mutuos
La capacidad de desarrollar opiniones propias sobre la dirección de su vida y el hacerse cargo de si mism@s es y será un gran logro. No situamos a la independencia como valor supremo sino el seguir unidos a los demás en un punto intermedio dentro de un marco de respeto e interdependencia familiar, una situación más acorde a la naturaleza de individuos sociales y con necesidades como parte de su realidad.
También fue parte de todo un proceso extenso y nada fácil el cómo empezaron a comprender los sentimientos, distinguirlos y poderlos expresar o describir sin temores e inseguridades, como el que tenían de herir a los demás.
Esta permanente clarificación de los valores es un proceso que durará por siempre. Motivarlos a confiar en uno mismo, favoreciendo su autoestima les dará marco para tomar decisiones, enfrentar dolores, frustraciones, problemas difíciles y la adversidad. Consideramos esto esencial para el manejo social integrado a que están habituados (con algunas limitaciones), centrados en personas, lugares y actividades rutinarias y estereotipadas.
Se trabajó también como trasmitir respeto, afecto y amabilidad, comprensión, educación y tolerancia esenciales para favorecer el autorespeto y el de los demás.
El trabajo de la autoestima es esencial por que los motiva, da entusiasmo a sus logros que ven y vemos a diario, reconocemos su importancia para el crecimiento personal, su integración e inclusión diaria o futura.
Esto resume parte del proceso por el que han pasado y pasarán los jóvenes y adultos en el Programa de Desarrollo Psicosocial.
El reconocer sus potencialidades, sus miedos limitantes, su temor a los cambios, reconocer la vida como cambio permanente que trae gratificaciones personales, reconocerse diferente, que estan cambiando,han cambiado, crecido y madurado.
El cambio en si mismo es la base de nuestra continuidad como personas y nuestros jóvenes lograron darse cuenta que para continuar e ir hacia delante hay que cambiar con todo lo que esto conlleve.
Uno de los desafíos más difíciles con que nos encontramos durante el proceso de trabajo fue en relación a "las habilidades sociales que los participantes traían consigo al ingresar al programa". Estas, fueron y aun son necesarias trabajar en el marco de las relaciones interpersonales, practicando y experimentando el modo en que esas relaciones pueden contribuir a ese crecimiento, desarrollo o cambio con nuevos enfoques, todo un reto y mucho más interesante.
El desarrollar habilidades equivale a desarrollar relaciones interpersonales, si pensamos en las relaciones que ayudan a crecer y a evolucionar como personas viendo de que manera esas relaciones pueden prestarse a ese crecimiento, desarrollo o cambio.
Al analizar las habilidades que intervienen en procesos tan complejos como los de las relaciones interpersonales surgen dudas y cuestionamientos.
"Estarán los participantes dispuestos a cambiar y a crecer o preferirán seguir en el mismo seguro esquema vivencial como hasta ahora?" "Será posible trabajar y obtener apoyo de las demás personas allegadas e involucradas ?"
El apoyo en el proceso de cambio es necesario para reforzar las estructuras de carácter organizativo al trabajar con la familia, personas, entorno y otras variables espontáneas.
Este proceso cuesta debido a que implica riesgos o beneficios y exigen el apoyo de los demás.
Los cambios de una persona ineludiblemente resultan en cambios en la vida de otras personas. Pueden y van a aparecer obstáculos que una vez identificados y reconocidos, deberíamos hacernos todos y todas otras preguntas.
"Aun estamos dispuestos a correr los riesgos y tratar de superarlos?", "Qué habilidades necesitamos para cambiar junto con los jóvenes y adultos?"
Este proceso es bidirecccional y se basa en el beneficio mutuo, nuestra meta y objetivos en PDP es reforzar las diversas capacidades y habilidades sociales de las personas para que trabajen juntos en términos de igualdad en sus respectivas familias y comunidad e incrementar las ocasiones en que los jóvenes y adultos desde la diversidad puedan tomar sus propias decisiones y manejar sus vidas inter e independientemente.
La reflexión que nos hacemos a diario es "¿Cual es el camino que facilite a cada participante en particular la posibilidad de responder de acuerdo a la singularidad de su situación y contexto personal ?"
Nuestra respuesta desde el PDP es trabajar en las capacidades para extraer aprendizajes valiosos de las experiencias vitales y mas criticas de su vida, animarles para expresar su sentir, decidir y elegir lo que quieren vivir, guiarles para construir y saber que no tiene que decir si, sin comprender. Trabajamos a favor del pensamiento independiente haciéndolos mas concientes de si mismos, dandose cuenta de lo que les pasa y les conviene, aprendiendo a pensar y reflexionar, actuando acorde a su criterios formados desde el programa.
El cambio presupone un gran esfuerzo personal por parte de los participantes quienes deben escuchar, procesar y codificar información, conceptualizar, abstraer, generalizar y transferir además de comunicar, argumentar, dar cabida a las demás opiniones y enfrentar a la familia y demás agentes sociales. Les cuesta pero es posible y hemos constatado que pueden llegar a niveles no pensados.
El nivel de cohesión del grupo les permite la reflexión, la construcción activa y conforme van surgiendo los cambios, evolucionan con las situaciones planteadas a diario, en un constante proceso evaluador y de observación diaria.
Con el establecimiento de vínculos se afianza la construcción de la personalidad, las emociones surgen a modo de interacción y acción para orientar a cada participante en su gran desafío "el desarrollo socio afectivo".
Otro desafío no menor siempre será para todas y todos trasladarnos al entorno social trascendiendo nuestro espacio, esto tarda mas y llegará como un proceso luego de un largo entrenamiento en gestión emocional, manejo y enfrentamiento de conflictos, discriminación y conocimiento de aprendizajes, implementación y además la constatación de que estos progresos aportan un grado de satisfacción compartida por los mism@s a lo largo de su experiencia.
Contribuye mucho al proceso que vean este espacio de encuentro y comunicación como un lugar para poder crecer y construir relaciones positivas y de confianza con las personas en nuestro entorno de trabajo que trasladarán con el tiempo al ámbito familiar o social.
Uno de los aspectos trabajados a diario en las dinámicas, en los trabajos, en las tutorías individuales o momentos de esparcimiento ha sido la estimulación de la confianza en uno mismo. Han echo un gran esfuerzo para cambiar el concepto que tenían de si mismos, y comenzar a sentirse adultos, apoyados en sus capacidades, orientados hacia temas o actividades más propias con excelentes resultados. Recordemos que hablamos de personas con diversidad funcional intelectual y que perciben su dificultad a través de nuestros ojos.
El trabajo fue llevándolos a tener oportunidades de estar y trabajar solos, cada cual en temas o proyectos diferentes, adquiriendo mayor autogestión, responsabilidad y la observación de la consecuente relación entre sus acciones y resultados.
El reconocimiento del esfuerzo, el conseguir y pasar por riesgos siempre dentro de un mínimo de seguridad experimentando nuevas vivencias y logros aumentó la auto confianza.
El enfrentamiento de las situaciones difíciles o experiencias pasadas no resueltas, trabajando el estado de ánimo y criterio real de la situación, fue llevándolos a ver las cosas de otra manera pudiendo expresarlas y asumirlas como son.
Las habilidades para tomar decisiones y afirmación básica, el derecho a negarse sin por eso temer el rechazo o pérdida de sus amigos es un aspecto hasta hoy muy trabajado, el ansia de gustar a los demás hizo que no tengan suficiente confianza en si mismos como para decir no y esto puede quedar instalado y afectarles en situaciones futuras. El establecimiento de limites propios y ajenos, conocer lo que les gusta y lo que no, lo que son capaces de dar y recibir y por útimo lo que pueden brindarles las otras personas y sus familias, relaciones basadas en derechos mutuos
La capacidad de desarrollar opiniones propias sobre la dirección de su vida y el hacerse cargo de si mism@s es y será un gran logro. No situamos a la independencia como valor supremo sino el seguir unidos a los demás en un punto intermedio dentro de un marco de respeto e interdependencia familiar, una situación más acorde a la naturaleza de individuos sociales y con necesidades como parte de su realidad.
También fue parte de todo un proceso extenso y nada fácil el cómo empezaron a comprender los sentimientos, distinguirlos y poderlos expresar o describir sin temores e inseguridades, como el que tenían de herir a los demás.
Esta permanente clarificación de los valores es un proceso que durará por siempre. Motivarlos a confiar en uno mismo, favoreciendo su autoestima les dará marco para tomar decisiones, enfrentar dolores, frustraciones, problemas difíciles y la adversidad. Consideramos esto esencial para el manejo social integrado a que están habituados (con algunas limitaciones), centrados en personas, lugares y actividades rutinarias y estereotipadas.
Se trabajó también como trasmitir respeto, afecto y amabilidad, comprensión, educación y tolerancia esenciales para favorecer el autorespeto y el de los demás.
El trabajo de la autoestima es esencial por que los motiva, da entusiasmo a sus logros que ven y vemos a diario, reconocemos su importancia para el crecimiento personal, su integración e inclusión diaria o futura.
Quedan pendientes grandes desafíos como:
"enfrentarse a la realidad y darse cuenta que pueden ser discriminados así como el criterio de la problemática particular de cada uno, a tratar en conjunto con los padres."Además "contribuir a que la familia y el joven o adulto asuman su rol proactivo frente a su desarrollo personal" partiendo de su integración o inclusión en las relaciones de apoyo psicológicas y sociales. Y desde luego "seguir fomentando este proceso camino a los cambios." No es fácil acompañar esta experimentación de emociones, deseos y necesidades de los jóvenes o adultos, exigen esfuerzo y compromiso.
Estas son sus necesidades psicosociales las cuales seguiremos trabajando para lograr un equilibrio. Nos referimos básicamente a las necesidades de seguridad, auto suficiencia, auto conocimiento, auto gobierno, autonomía, deseo de se respetado, aceptado o querido por uno mism@ y los demás.
La consolidación de todo este proceso de crecimiento personal llegara cuando se hagan realidad las tomas de decisiones personales en esto que durara toda la vida y su aplicación al ámbito del comportamiento socio afectivo, no refiriéndonos solo a lo social, familiar o laboral sino a aspectos a manejar desde lo personal que tenga que ver incluso con la sexualidad y su vida futura.
Los desafíos están planteados y les solicitamos a todos y todas a que sigan el proceso y a que los tratemos a como jóvenes o adultos con sus indudables limitaciones como seres humanos, pero que desarrollen sus habilidades y responsabilidades con confianza en si mismos.
Estos jóvenes algunos ya adultos a menudo mencionan la palabra sentido, ‘eso no tiene sentido’, ‘eso no vale’, ‘eso no puede ser’.
Todos y todas alguna vez o a menudo nos hacemos la pregunta ‘¿cual es la razón de mi vida?’ no todas y todos sabemos la respuesta , sí necesitamos saber que tenemos un qué y para qué, un motivo y una razón que nos de sentido para seguir adelante.
A cada uno nos corresponde encontrar las propias y a ellos guiarles para que encuentren las suyas, el tener objetivos mas claros y un proyecto vital que desarrollar.
Es difícil, van a confundirse igual que nosotros, pueden desanimarse, tardar en comprender, pero estas actitudes pueden ser señales de cambio, crecimiento y madurez.
Nos referimos al sentido o la forma que tendrán de entender la vida, vivir, enfrentar los problemas y acontecimientos vitales, los valores que adoptaran y que los ayuden a satisfacer sus necesidades en todas las áreas de su desenvolvimiento, en el trabajo, en lo emocional o lo social, la actitud que los ayude a enfrentar con una elección personal y con un significado constructivo los cambios en el este largo trayecto.
Revisemos juntos que concepto de sentido estamos trasmitiendo a nuestros jóvenes y adultos, será mas útil para ellos que lo hagan por si mismos y se responsabilicen, que por amor u otro motivo nosotros le ofrezcamos los nuestros.
Enseñémosles a pensar, no le digamos lo que pensamos, enseñémosles a actuar no hagamos por ellos.
Al tratar y durante todo proceso, se entablará cada vez mas el vínculo interpersonal, esa relación humana, imaginamos de las mejores que pueden darse, a nosotros nos pasa y es muy gratificante. Y recordemos nuevamente EL BENEFICIO ES MUTUO CRECEMOS CONJUNTAMENTE CON ELLOS EN EL PROCESO.
Estos jóvenes algunos ya adultos a menudo mencionan la palabra sentido, ‘eso no tiene sentido’, ‘eso no vale’, ‘eso no puede ser’.
Todos y todas alguna vez o a menudo nos hacemos la pregunta ‘¿cual es la razón de mi vida?’ no todas y todos sabemos la respuesta , sí necesitamos saber que tenemos un qué y para qué, un motivo y una razón que nos de sentido para seguir adelante.
A cada uno nos corresponde encontrar las propias y a ellos guiarles para que encuentren las suyas, el tener objetivos mas claros y un proyecto vital que desarrollar.
Es difícil, van a confundirse igual que nosotros, pueden desanimarse, tardar en comprender, pero estas actitudes pueden ser señales de cambio, crecimiento y madurez.
Nos referimos al sentido o la forma que tendrán de entender la vida, vivir, enfrentar los problemas y acontecimientos vitales, los valores que adoptaran y que los ayuden a satisfacer sus necesidades en todas las áreas de su desenvolvimiento, en el trabajo, en lo emocional o lo social, la actitud que los ayude a enfrentar con una elección personal y con un significado constructivo los cambios en el este largo trayecto.
Revisemos juntos que concepto de sentido estamos trasmitiendo a nuestros jóvenes y adultos, será mas útil para ellos que lo hagan por si mismos y se responsabilicen, que por amor u otro motivo nosotros le ofrezcamos los nuestros.
Enseñémosles a pensar, no le digamos lo que pensamos, enseñémosles a actuar no hagamos por ellos.
Al tratar y durante todo proceso, se entablará cada vez mas el vínculo interpersonal, esa relación humana, imaginamos de las mejores que pueden darse, a nosotros nos pasa y es muy gratificante. Y recordemos nuevamente EL BENEFICIO ES MUTUO CRECEMOS CONJUNTAMENTE CON ELLOS EN EL PROCESO.
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