Si nos hacemos una pregunta como la siguiente: ¿por que un niño/a no aprende? Más específicamente, ¿porque mi hija o hijo con síndrome de Down no aprende? pregunta que escuchamos a menudo, ¿Qué nos responderíamos como padres o madres?
En primer lugar debemos pensar como aprende un niño, niña regular o neurotípico/a. Hay miles de respuestas para esto. Libros enteros con explicaciones acerca del tema. Acerca de descartar si existen problemas de aprendizaje, síndromes, dislexia, e infinidad de otros factores que dificulta a un niño o niña a aprender. En todos estos materiales mencionan la importancia de las condiciones, el entorno, el programa, el maestro y su forma de trabajo.
Un niño/a regular aprende por que las condiciones están adecuadamente preparadas, el entorno funciona para esto y hay un equilibrio a nivel de todos los aspectos. Estos aspectos del desarrollo evolutivo y psicosocial como los emocionales, conductuales, cognitivos hacen que avance en su desarrollo regularmente. Este se va dando, a veces muy bien, otras con algunos ajustes, pero se da.
Si un niño/a no aprende es por que estos aspectos no se van regulando con el entorno, no hay equilibrio en los procesos, en como se da o en algún engranaje del mismo. Los agentes sociales formamos parte del entorno del niño/a, el engranaje, y cumplimos una función imprescindible para el éxito del aprendizaje del mismo. Los agentes (familia, escuela, apoyos terapéuticos) tenemos que tener claro donde tenemos ubicados mentalmente al niño/a, nuestras expectativas y nuestra visión.
Este es un punto clave y por ese motivo es muy importante y fundamental. Nos referimos a los CRITERIOS de los adultos en relación a “donde lo ubicamos al niño” o sea, la UNIFICACIÓN DE CRITERIOS de la que tanto hablamos.
Si somos parte de la familia y seguimos viendo al niño o niña fuera del rango de su edad de desarrollo tendemos a mantener y mantenemos de hecho conductas inadecuadas en ellos y ellas que en vez de ayudar obstaculizan su evolución. Sin quererlo promovemos inhabilidades conductuales, mentales o emocionales que no le ayudan a hacer las transiciones. En una palabra no le ofrecemos herramientas adecuadas y el apoyo necesario para desarrollarse y crecer con autonomía.
¿Que pasa entonces ante esta situación?, ¿que es lo que vive y experimenta un niño/a regular o con síndrome de Down?
El niño/a tiene que acomodarse a una gran variedad de criterios de los adultos. Al convivir, se tiene que adaptar social, conductual, emocional y cognitivamente según sus propias capacidades y habilidades. Y con cada persona se va acomodando según un criterio diferente. El niño/a funciona en relación al adulto y en su modo de relacionamiento. Esto quiere decir que “tiene que sacar chips mentales para actuar dependiendo del adulto que tiene adelante.”
Si no aprende a acomodarse le costará lógicamente adaptarse a las variadas exigencias y en esta falta de regulación o normalización no podrá o le costará mucho ir adquiriendo nuevos aprendizajes. Sencillamente por que nosotros los adultos no lo organizamos a todos los niveles….y se estanca.
Con este procedimiento podemos estar fomentando discapacidades individuales mayores a la de de los procesos mentales de los niños/as. Para que esto no ocurra nosotros los adultos debemos organizarnos primero.
Por lo tanto no aprende por eso, esa el la razón. Si el adulto es desorganizado y no trabaja en base a sus necesidades, si el adulto le ve como un niño/a, lo sobreprotege, no le deja crecer y no le permite que demuestre y practique lo aprendido, el niño/a seguirá instalado donde tiene que estar según la visión del adulto. Ahí donde el adulto le da la pauta.
Si la cosa funciona así al menos para algunos padres y maestros ¿por qué pretender enseñarle entonces cosas como leer y escribir y esperar del niño/a con S. de Down comportamientos más adultos si lo seguimos viendo como pequeño? De esa forma creamos una dicotomía muy perjudicial y al no respetar los procesos del niño o niña, promovemos desfasajes en su tránsito del desarrollo evolutivo difíciles de recuperar.
Desde que se levanta, un niño/a tendría que seguir una misma línea basada en los mismos criterios para ubicarse en su realidad y no en donde le quieren ubicar. Seamos concientes.Las exigencias unificadas son muy valederas, no el reforzar las conductas inadecuadas, posponer, postergar, no asumir responsabilidades en el proceso. Si actuamos en base a los mismos criterios ellos irán aprendiendo y generalizando contenidos a otros ámbitos y formarán su propio criterio.
Si un niño/a no aprende por problemas de tipo neurológico, genético o por razones de capacidades muy comprometidas, con más razón aun. Se tiene que regular el proceso de desarrollo evolutivo y esto no se hace saltando etapas sino respetando el mismo. ¿Por qué entonces apurar la lectoescritura, el que pase de grado, someterlo a exigencias no acordes y pese a su nivel de proceso?
Que pasa si el adulto insiste y hace caso omiso a la importancia de unificación de criterios. Caso omiso al desarrollo normal evolutivo. Caso omiso, y se concentra en solo un aspecto del niño o niña. Caeremos en incoherencias. Trataremos de buscar culpables fuera de nosotros mismos, evadiendo nuestra responsabilidad.
Tal ves creemos que cubrimos todas las necesidades de nuestros hijos/as y alumnos, afectivas, hábitos (estructura), disciplina (limites) seguridad personal, ejemplo personal (modelo), alimentación etc. Tenemos una visión propia acerca de esto y sobre todo muy buenas intenciones, pero no es suficiente. Siempre es bueno replantearnos lo que hacemos y sobre todo como lo hacemos. Las necesidades para vivir en sociedad están cambiando, esto es igual para neurotípicos como para niños/as con S.D. Tratemos de cambiar nuestra visión, nuestro interés, nuestras expectativas. Trabajar desde la realidad, la del niño y ver sus necesidades y posibilidades reales. Dejar crecer y enseñar va de la mano, no son opciones excluyentes.
¿Como enseñar a crecer a nuestros niños/as independiente a los cuidados? ¿Cómo enseñarles a gestionar emociones básicas, a regularlas? Aprendiendo a gestionar las nuestras en primer lugar. Atendiendo sus necesidades y ofreciendo oportunidades para que desarrollen acciones, construyan significados, se comuniquen, expresen sentimientos, en una palabra se constituyan en personas con derechos a ser escuchados y atendidos, no solo amados. Tratemos de conocer a nuestros hijos, sus actitudes, preferencias, dificultades, pero aprendamos a identificar los problemas reales no a interpretar e inferir, independiente a los anhelos que tengamos para nuestro hijo. No supongamos que…No temamos a decirles que no. No le impidamos crecer.
En la inclusión escolar se ve al niño/a incluido como que trae un síndrome, una etiqueta y esto no lo beneficia. La experiencia indica que los niños con S.D. adecuadamente organizados pueden llegar a adquirir un buen nivel de aprendizaje. Les puede llevar el doble y hasta triple esfuerzo pero lo pueden lograr si se le da oportunidades y herramientas. Pensemos en el futuro de nuestros hijos/as, reflexionemos acerca de sus edades, las transiciones que tendrá que afrontar, las exigencias, las expectativas nuestras y del entorno. Pensemos en las respuestas que le damos. ¿Lo estamos preparando? ¿Somos agentes sociales significativos, funcionales del núcleo del niño/a?
La familia en primer lugar y la escuela son los responsables si el niño aprende o no. No es fácil unificar criterios entre nosotros, entre familia, entidades, profesionales, sociedad. Mientras tratamos de ponernos de acuerdo el niño/a pierde el tiempo. Pierde la oportunidad de que el adulto significativo más importante, la madre o el padre le facilite y le de formas de participación para poder desarrollar sus potencialidades.
Entonces si como mamá o papá nos preguntamos ¿porque mi hijo/a con o sin síndrome de Down no aprende?.. cabe reformularnos la pregunta: ¿Que hago para que mi hijo/a aprenda?...
Imagen : José en PDP
En primer lugar debemos pensar como aprende un niño, niña regular o neurotípico/a. Hay miles de respuestas para esto. Libros enteros con explicaciones acerca del tema. Acerca de descartar si existen problemas de aprendizaje, síndromes, dislexia, e infinidad de otros factores que dificulta a un niño o niña a aprender. En todos estos materiales mencionan la importancia de las condiciones, el entorno, el programa, el maestro y su forma de trabajo.
Un niño/a regular aprende por que las condiciones están adecuadamente preparadas, el entorno funciona para esto y hay un equilibrio a nivel de todos los aspectos. Estos aspectos del desarrollo evolutivo y psicosocial como los emocionales, conductuales, cognitivos hacen que avance en su desarrollo regularmente. Este se va dando, a veces muy bien, otras con algunos ajustes, pero se da.
Si un niño/a no aprende es por que estos aspectos no se van regulando con el entorno, no hay equilibrio en los procesos, en como se da o en algún engranaje del mismo. Los agentes sociales formamos parte del entorno del niño/a, el engranaje, y cumplimos una función imprescindible para el éxito del aprendizaje del mismo. Los agentes (familia, escuela, apoyos terapéuticos) tenemos que tener claro donde tenemos ubicados mentalmente al niño/a, nuestras expectativas y nuestra visión.
Este es un punto clave y por ese motivo es muy importante y fundamental. Nos referimos a los CRITERIOS de los adultos en relación a “donde lo ubicamos al niño” o sea, la UNIFICACIÓN DE CRITERIOS de la que tanto hablamos.
Si somos parte de la familia y seguimos viendo al niño o niña fuera del rango de su edad de desarrollo tendemos a mantener y mantenemos de hecho conductas inadecuadas en ellos y ellas que en vez de ayudar obstaculizan su evolución. Sin quererlo promovemos inhabilidades conductuales, mentales o emocionales que no le ayudan a hacer las transiciones. En una palabra no le ofrecemos herramientas adecuadas y el apoyo necesario para desarrollarse y crecer con autonomía.
¿Que pasa entonces ante esta situación?, ¿que es lo que vive y experimenta un niño/a regular o con síndrome de Down?
El niño/a tiene que acomodarse a una gran variedad de criterios de los adultos. Al convivir, se tiene que adaptar social, conductual, emocional y cognitivamente según sus propias capacidades y habilidades. Y con cada persona se va acomodando según un criterio diferente. El niño/a funciona en relación al adulto y en su modo de relacionamiento. Esto quiere decir que “tiene que sacar chips mentales para actuar dependiendo del adulto que tiene adelante.”
Si no aprende a acomodarse le costará lógicamente adaptarse a las variadas exigencias y en esta falta de regulación o normalización no podrá o le costará mucho ir adquiriendo nuevos aprendizajes. Sencillamente por que nosotros los adultos no lo organizamos a todos los niveles….y se estanca.
Con este procedimiento podemos estar fomentando discapacidades individuales mayores a la de de los procesos mentales de los niños/as. Para que esto no ocurra nosotros los adultos debemos organizarnos primero.
Por lo tanto no aprende por eso, esa el la razón. Si el adulto es desorganizado y no trabaja en base a sus necesidades, si el adulto le ve como un niño/a, lo sobreprotege, no le deja crecer y no le permite que demuestre y practique lo aprendido, el niño/a seguirá instalado donde tiene que estar según la visión del adulto. Ahí donde el adulto le da la pauta.
Si la cosa funciona así al menos para algunos padres y maestros ¿por qué pretender enseñarle entonces cosas como leer y escribir y esperar del niño/a con S. de Down comportamientos más adultos si lo seguimos viendo como pequeño? De esa forma creamos una dicotomía muy perjudicial y al no respetar los procesos del niño o niña, promovemos desfasajes en su tránsito del desarrollo evolutivo difíciles de recuperar.
Desde que se levanta, un niño/a tendría que seguir una misma línea basada en los mismos criterios para ubicarse en su realidad y no en donde le quieren ubicar. Seamos concientes.Las exigencias unificadas son muy valederas, no el reforzar las conductas inadecuadas, posponer, postergar, no asumir responsabilidades en el proceso. Si actuamos en base a los mismos criterios ellos irán aprendiendo y generalizando contenidos a otros ámbitos y formarán su propio criterio.
Si un niño/a no aprende por problemas de tipo neurológico, genético o por razones de capacidades muy comprometidas, con más razón aun. Se tiene que regular el proceso de desarrollo evolutivo y esto no se hace saltando etapas sino respetando el mismo. ¿Por qué entonces apurar la lectoescritura, el que pase de grado, someterlo a exigencias no acordes y pese a su nivel de proceso?
Que pasa si el adulto insiste y hace caso omiso a la importancia de unificación de criterios. Caso omiso al desarrollo normal evolutivo. Caso omiso, y se concentra en solo un aspecto del niño o niña. Caeremos en incoherencias. Trataremos de buscar culpables fuera de nosotros mismos, evadiendo nuestra responsabilidad.
Tal ves creemos que cubrimos todas las necesidades de nuestros hijos/as y alumnos, afectivas, hábitos (estructura), disciplina (limites) seguridad personal, ejemplo personal (modelo), alimentación etc. Tenemos una visión propia acerca de esto y sobre todo muy buenas intenciones, pero no es suficiente. Siempre es bueno replantearnos lo que hacemos y sobre todo como lo hacemos. Las necesidades para vivir en sociedad están cambiando, esto es igual para neurotípicos como para niños/as con S.D. Tratemos de cambiar nuestra visión, nuestro interés, nuestras expectativas. Trabajar desde la realidad, la del niño y ver sus necesidades y posibilidades reales. Dejar crecer y enseñar va de la mano, no son opciones excluyentes.
¿Como enseñar a crecer a nuestros niños/as independiente a los cuidados? ¿Cómo enseñarles a gestionar emociones básicas, a regularlas? Aprendiendo a gestionar las nuestras en primer lugar. Atendiendo sus necesidades y ofreciendo oportunidades para que desarrollen acciones, construyan significados, se comuniquen, expresen sentimientos, en una palabra se constituyan en personas con derechos a ser escuchados y atendidos, no solo amados. Tratemos de conocer a nuestros hijos, sus actitudes, preferencias, dificultades, pero aprendamos a identificar los problemas reales no a interpretar e inferir, independiente a los anhelos que tengamos para nuestro hijo. No supongamos que…No temamos a decirles que no. No le impidamos crecer.
En la inclusión escolar se ve al niño/a incluido como que trae un síndrome, una etiqueta y esto no lo beneficia. La experiencia indica que los niños con S.D. adecuadamente organizados pueden llegar a adquirir un buen nivel de aprendizaje. Les puede llevar el doble y hasta triple esfuerzo pero lo pueden lograr si se le da oportunidades y herramientas. Pensemos en el futuro de nuestros hijos/as, reflexionemos acerca de sus edades, las transiciones que tendrá que afrontar, las exigencias, las expectativas nuestras y del entorno. Pensemos en las respuestas que le damos. ¿Lo estamos preparando? ¿Somos agentes sociales significativos, funcionales del núcleo del niño/a?
La familia en primer lugar y la escuela son los responsables si el niño aprende o no. No es fácil unificar criterios entre nosotros, entre familia, entidades, profesionales, sociedad. Mientras tratamos de ponernos de acuerdo el niño/a pierde el tiempo. Pierde la oportunidad de que el adulto significativo más importante, la madre o el padre le facilite y le de formas de participación para poder desarrollar sus potencialidades.
Entonces si como mamá o papá nos preguntamos ¿porque mi hijo/a con o sin síndrome de Down no aprende?.. cabe reformularnos la pregunta: ¿Que hago para que mi hijo/a aprenda?...
Imagen : José en PDP
7 comentarios:
Buenas noches Carmen.
Uf! Una entrada con mucho contenido.
Me la he impreso para leerla más despacio.
Con Quique con autismo, los aprendizajes son lentos, pero como bien sabes, porque eres nuestra buena amiga, ahí vamos, poco a poco, seguimos en la brecha. Un abrazo.
Un encanto tus palabras.
Como te he contado en otras oportunidades, el paso por la escuela es para mi simple. La compañía que le brindemos a nuestrxs hijxs es imprescindible, hacer caso a lxs maestrxs, no adelantarlxs; escuchar a la/el psicopedagogx.
Me tiene preocupada que solo tres escuelas de mi ciudad, tengan gabinete psicopedagógico; en general lxs niñxs llegan con problemas emocionales, no de aprendizaje.
Besos cielo, buen día :)
Realmente muy lindo y fuerte lo que pusiste. Con el tiempo constate que es así.Gracias por los consejos y ayuda que hicieron de mi hija la gran joven que es ahora. Saludos cordiales
Hola Concha. Si, este tema da para mucho. Pense en chicos con S.D. pero puede adecuarse a todos los niños.Los chicos con autismo, si bien lo hacen lento cuando aprenden no se olvidan,a los con S.D. sin embargo les cuesta más fijar el aprendizaje, todos necesitan ayuda para generalizar y ahí tenemos que estar nosotros con criterios unificados.Cariños
Gracias Graciela.Son reflexiones de Rodrigo y mias cuando conversamos, y el me dice: escribí sobre eso. El tema de los niños incluídos es muy difísil para todos, padres, colegio y ni te cuento para los maestros.Las cosas no están claras, los criterios, y ellos en el medio. Es una lucha. Acá pocas escuelas tienen gabinete, se exige a los padres profesionales externos.Un beso también.
Hola Laura, una realidad con que nos encontramos a diario. Esa es nuestra tarea, gracias por tus palabras. Cariños a las dos.
Los temas que hablamos siempre, sobre todo la autonomía le cuesta a los padres. Me encantó. Besos
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