Para la detección precoz de los trastornos del desarrollo, sensoriales y de la Integración Sensorial debemos tener en cuenta ciertos signos de alarma en las áreas detallados mas abajo, como se puede apreciar en el siguiente material.
Signos Atípicos de Alerta o Alarma de trastornos del desarrollo y sensoriales:
Hay trastornos del desarrollo y sensoriales que se detectan apenas el niño o niña nace (y aún antes) y otros que se descubren más tarde.
La detección precoz es de suma importancia, pues si las dificultades se diagnostican tempranamente es posible brindar al niño/a estimulación y/o intervención temprana que lo ayudarán a alcanzar su máximo potencial y le permitirán hacer muchas cosas que de otra manera no sería capaz de realizar.
Para la detección temprana de cualquier discapacidad o trastorno del desarrollo es necesaria la observación y evaluación del niño/a en función del Cuadro de Desarrollo y de la lista de signos atípicos de alerta o alarma.
Un signo atípico de alarma o alerta es una señal de advertencia, es la expresión clínica de una desviación del patrón normal del desarrollo.
Puede llevar a patrones de tipo compensatorio, con compromiso del desarrollo en su conjunto. No supone, necesariamente, la presencia de patología neurológica. Indica que el niño tiene un problema y debe ser examinado y/o tratado por un terapista calificado. Por ejemplo si:
- no fija la mirada en la mamá,
- se sienta en “W”,
- camina siempre en puntas de pies,
- toma los objetos con el dedo pulgar y el medio, etc.
Visión
Primer año de vida:
-Ojos rojos.
-Lágrimas espesas.
-Lagrimeo permanente.
-Desviación permanente o intermitente de uno o ambos ojos.
-Opacidad de una o ambas córneas (túnica o membrana transparente y abombada que recubre el globo ocular).
-Una de las córneas es de mayor tamaño que la otra, o ambas son llamativamente grandes.
-Molestias ante la luz.
-Ojo entrecerrado.
-Gestos de dolor.
-Movimientos oculares anómalos, sin dirección y sin ritmo.
-Ambos ojos desviados hacia abajo, con retracción de los párpados en forma intermitente.
-No fija la mirada en la mamá.
-No sigue los objetos con la vista.
A partir de los 12 meses:
-Desvía, inclina o gira la cabeza para fijar la mirada hacia los costados.
-Cierra un ojo.
-A menudo se tropieza con cosas o se cae.
-Se frota frecuentemente los ojos, o se queja porque le duelen.
-Párpados enrojecidos, llorosos, lagañosos, inflamados o edematizados.
-Frecuente o intermitentemente bizqueo de uno o ambos ojos.
-Para leer, lleva los libros u otros objetos muy cerca de los ojos.
-Se acerca mucho a la televisión.
-Córnea opaca o blanquecina.
-Falta de brillo en un ojo, a diferencia del otro.
-“Brillo” dentro de un ojo, en determinada incidencia o iluminación.
-Dolor de cabeza a repetición.
-Mareos (“le dan vueltas las cosas”).
-Molestia exagerada ante la luz (entrecierra los ojos, quiere estar a oscuras, etc.).
-Desviación intermitente o permanente de uno o ambos ojos.
-Confusión en discriminación de colores (6 años o más).
-“Molestias vagas” (difíciles de definir por el niño) y/o dolor persistente, sin causa determinada.
Audición
1 a 3 meses:
-No responde a los ruidos fuertes.
-No se calma con la voz de la mamá.
-Duerme mucho y no reclama atención.
3 a 6 meses:
-No se da vuelta cuando lo llaman suavemente.
-Demuestra una reacción marcada a ruidos repentinos.
-Es irritable.
Nota: “Un niño sordo puede balbucear (uu, bba, ajó, etc.) y realizar otros juegos vocales a la misma edad que un niño oyente.”
6 a 10 meses:
-Deja de balbucear (al no oírse, pierde interés en el juego vocal).
-Se muestra aislado del medio ambiente, impresiona “diferente” a otros bebés.
-Su atención a la música o cuentos es menor de cinco minutos.
-No comprende palabras y sonidos simples (no, mamá, chau, etc.).
-No responde a sonidos habituales (teléfono, alarmas, timbres, etc.).
10 a 15 meses:
-Dolores/supuración de oídos a repetición.
-Habla con voz muy alta o muy baja.
-Gira siempre hacia el mismo lado para escuchar, aunque el sonido provenga de otro lugar.
-No responde al llamarlo desde otro cuarto.
-Más de 15 meses:
-Utiliza gestos en lugar de palabras para comunicarse.
-Lenguaje inusualmente poco claro comparado con el de otros niños.
Área motora
Menor de 1 año:
-Mano cerrada en forma permanente, con dedo pulgar incluido, uni o bilateral.
-No lleva las manos a la boca.
-No sostiene la cabeza (4 meses o más).
-No toma un objeto (5 meses o más).
-No se sienta solo (9 meses o más).
-Movimientos anormales (temblores, convulsiones, movimientos rápidos de los ojos o nistagmus, etc.).
-No logra juntar las manos en la línea media.
-Muy rígido o muy fláccido (hipo o hipertonía).
* Nota: “Tono muscular es la contracción mínima sostenida que tienen todos los músculos, aún en reposo, sin hacer nada; se controla de manera autónoma por el cerebro”.
-Asimetrías en la postura o en la actividad: una mano y/ o pierna es más hábil o más lenta que la otra. Hasta los dos años ningún niño tiene determinada la lateralidad o preferencia de mano o pierna, deben ser simétricos en sus movimientos.
-Poco o demasiado activo.
-Irritable.
Mayor de 1 año:
-Marcha con piernas entrecruzadas.
-Camina en puntas de pie.
-Ausencia de marcha autónoma (18 meses).
-Un lado del cuerpo es menos coordinado cuando camina o corre.
-Un sector del cuerpo tiene mayor tono muscular, es más rígido.
-Las manos tiemblan o son torpes al realizar tareas de precisión (tomar objetos pequeños con los dedos, enhebrar, apilar cubos, dibujar, etc.)
Mayor de 3 años:
-No se para en un pie por un período corto (4 años o más).
-No puede cortar con una tijera (4 años o más).
-No puede tirar una pelota por lo alto o agarrar una pelota que rebota hacia él (5
años o más).
-Problemas de coordinación en actividades motoras gruesas o finas: equilibrio pobre, dificultad en aprender nuevas tareas que requieren coordinación viso-motora.
Área socio-emocional
Interacción con adultos:
Menor de 2 años:
-Irritabilidad.
-Apatía, desinterés, pasividad.
-Ausencia de sonrisa social (4 meses o más).
-Rechazo de contacto físico.
-Falta de interés por el entorno o las personas que lo cuidan.
-Auto-estimulación/auto-agresión.
-Juego estereotipado, ausencia de juego imitativo.
-Número inusual de comportamientos para llamar la atención (berrinches).
Mayor de 2 años:
-Carece de pautas de autonomía.
-Inseguro.
-No cumple órdenes sencillas.
-Aislamiento, timidez extrema.
-Crisis de ansiedad, baja tolerancia a la frustración.
-Cambio continuo de actividad.
-Conducta desorganizada, oposicionista.
- Interacción con otros niños:
Mayor de 3 años:
-Se involucra sólo en juego solitario o paralelo.
-Evita a ciertos niños.
-Se apega a otro niño en particular.
-A menudo desorganiza el juego de los demás niños.
-No interviene en juegos grupales o imaginarios (4 años).
-No comparte y/o no espera su turno (5 años).
Comportamientos individuales:
-Exhibe comportamientos auto-abusivos (por ejemplo: golpearse la cabeza).
-Reacciona exageradamente a estímulos no esperados (ruidos fuertes, sirenas, bocinas estridentes, etc.).
-Pobre capacidad para resolver problemas.
-Comportamientos repetitivos.
-Reacciona inusual y fuertemente al sentir ciertas substancias o texturas.
-Se siente incómodo al ser tocado por otra persona.
Mayor de 3 años:
-Falta de control de esfínteres por lo menos una vez por semana (4 años o más).
Área del lenguaje
-El habla depende de fenómenos biológicos, emocionales y socioculturales.
-Su adquisición es uno de los procesos más complejos de todos los que conforman el desarrollo infantil.
-Los trastornos del lenguaje están producidos por déficits o trastornos de la audición, intelectuales, del desarrollo y neurológicos.
-No deben subestimarse sus alteraciones, esperando una remisión espontánea y simple.
1 a 6 meses:
-Escasa reacción a la voz materna (2 meses).
-No gira la cabeza al sonido: voz, campanilla, etc. (4 meses o más).
-Ausencia de vocalizaciones recíprocas en los primeros meses.
-No balbucea.
Nota: “El balbuceo se produce por la ejercitación de las cuerdas vocales, no requiere de una audición normal.
-Un niño sordo aprende a balbucear (uba, uu, etc.) y realiza otros juegos vocales a la misma edad que el que oye”.
-Aislamiento y desorganización de la conducta.
6 a 10 meses:
-Pierde el balbuceo de los primeros meses, pues ya no le es placentero.
-No emite ni repite dos sílabas (sin significado): da-dá; ta-tá, etc.
-No vocaliza en respuesta a lo que se le habla.
10 a 15 meses:
-Ruptura o desvinculación con el medio.
-Relaciones frágiles y pobres con otras personas.
-No repite palabras ni sonidos simples.
-No emite palabras simples.
-Conductas y juegos estereotipados.
-Movimientos de auto-estimulación (rocking).
-Más de 15 meses:
-Ruidos y sonidos extraños, guturales (aullidos, gritos, etc.).
-No demuestra interés en libros o en escuchar historias.
-Ausencia de bisílabos (15 meses).
-No sigue instrucciones verbales simples.
-No emite palabras sencillas.
-No comprende órdenes sencillas (18 meses).
-No señala figuras ni partes de su propio cuerpo.
2 a 3 años:
-No señala partes de la cara o cuerpo.
-Dice pocas palabras, mal estructuradas y aisladas.
-Utiliza neologismos (significado individual a las palabras).
-No dice ninguna palabra.
-No arma frases de dos palabras.
-No se refiere a sí mismo por el pronombre “yo”.
-No usa el “mío” para designar sus pertenencias, ni el “tuyo”.
-No expresa sus necesidades por el lenguaje expresivo.
-Repite preguntas u otras expresiones verbales como eco (ecolalias).
-No puede repetir rimas o propagandas de la televisión.
Mayor de 3 años:
-No arma oraciones cortas.
-Las personas fuera de la familia no entienden lo que dice.
-Tartamudez.
Área cognitiva
Menor de 12 meses:
-Es irritable, llorón, difícil de calmar y de alimentar.
-No presenta sonrisa social (4 meses o más).
-Ausencia de viveza en la mirada.
-Escasa reacción ante caras o voces familiares.
-No puede concentrar su atención en personas, objetos y juguetes ni siquiera durante un minuto.
-Escaso interés por personas u objetos.
-Se aísla del ambiente mientras se balancea o se chupa la lengua.
-No diferencia conocidos de extraños (10 meses o más).
1 a 2 años:
-No extraña (12 meses).
-No imita gestos (12 meses).
-No comprende prohibiciones (12 meses).
-No señala con el índice (12 meses).
-No comprende órdenes sencillas (15 meses).
-No realiza juego imitativo (18 meses).
-Conducta o juego estereotipados.
-No encuentra los objetos que se ocultan a su vista.
-Camina bien pero tropieza continuamente con los objetos (falta de organización espacial).
2 años:
-Garabato descontrolado.
-No copia una raya ni un círculo.
-No organiza ningún juego.
-No imita ni relata situaciones que vio o en las que participó.
-o reconoce “arriba/abajo; adelante/atrás”.
3 años:
-No puede contestar preguntas simples.
-No conoce su edad, su sexo ni su nombre completo.
-No arma rompecabezas simples.
-No reconoce opuestos (alto/ bajo; frío/ caliente, etc.).
Más de 3 años:
-No da respuestas razonables a preguntas sencillas: “¿Qué hacés cuando estás con sueño?, ¿Qué hacés cuando tenés hambre?”.
-No demuestra habilidades para resolver problemas simples.
-No es capaz de contar hasta 3.
-No puede dibujar 2 ó 3 partes de una figura humana.
-No cuenta ni repite cuentos e historias.
5 años:
-No comprende el significado de palabras: “hoy”, “mañana”, “ayer”.
-No demuestra habilidades de memoria.
-No repite secuencias cortas o números.
-No completa lo que falta en una secuencia de objetos.
-No distingue colores.
-No sigue consignas simples en los juegos.
signos de alarma de problemas de integración sensorial
-Por dificultades en el procesamiento de estímulos simultáneos por baja o elevada sensibilidad sensorial, un niño con desorden en la integración sensorial presentará más de uno de los signos descriptos más adelante.
-Si se detectan, se debe consultar con el pediatra.
Irritabilidad o rechazo a ser tocado.
-Arquea su cuerpo o se pone tenso al ser sostenido.
-No se acurruca al ser sostenido, o llora.
-Se irrita si es pasivamente movido en el espacio, o se lo cambia de posición.
-No le gusta la presión sobre su cuerpo.
-Se distrae o reacciona con temor frente a movimientos comunes.
-No se calma fácilmente luego de estar disgustado o llorando.
-Se quita o no le gustan algunas texturas de ropa, juguetes o superficies ásperas, con etiquetas, etc.
-Evita y/o llora al probar comidas con diferentes consistencias (grumosas, más espesas, etc.) aunque sean introducidas a la edad apropiada.
-Le desagradan ciertos olores.
-echaza temperaturas frías.
-Le molestan sonidos de alta intensidad (licuadora, timbres, bocinas, aspiradora, etc.).
-Se distrae con facilidad.
-Presenta un carácter impulsivo.
-Le cuesta planificar sus tareas.
-Cuando algo no le sale bien, se frustra, se pone agresivo o se aísla.
Realiza movimientos extraños, no intencionales, con alguna parte de su cuerpo mientras ejecuta una actividad.
-Está en constante movimiento.
-Permanece en una posición poco activa, cansándose rápidamente.
-Pierde el equilibrio.
-No extiende sus brazos para protegerse al caer (6 meses o más).
-Le cuesta aprender nuevas actividades en las que usa sus brazos y piernas.
-Choca reiterativamente con su cuerpo contra objetos.
-No lleva su mano derecha hacia el lado izquierdo y viceversa (8 meses o más).
-No emplea ambas manos para jugar (no transfiere un objeto desde una mano a la otra, no cruza la línea media, no golpea dos chiches entre sí).
-Luego del año de vida, manipula los objetos sólo con la yema de sus dedos.
-No lleva objetos a la boca, o los muerde.
-Le cuesta dormirse; llora al acostarlo en su cama.
-Duerme por breve tiempo (15 minutos o menos), se despierta rápidamente.
-Duerme por largos períodos de tiempo.
-Pobre autoestima.
Desarrollo. Signos Atípicos de Alarma o Alerta
Dras. Iris T. Schapira y Enriqueta Roy
LOS AÑOS FORMATIVOS. Desarrollo e Intervención Oportuna en los primeros cinco años de vida
Imagen:Google
Hay trastornos del desarrollo y sensoriales que se detectan apenas el niño o niña nace (y aún antes) y otros que se descubren más tarde.
La detección precoz es de suma importancia, pues si las dificultades se diagnostican tempranamente es posible brindar al niño/a estimulación y/o intervención temprana que lo ayudarán a alcanzar su máximo potencial y le permitirán hacer muchas cosas que de otra manera no sería capaz de realizar.
Para la detección temprana de cualquier discapacidad o trastorno del desarrollo es necesaria la observación y evaluación del niño/a en función del Cuadro de Desarrollo y de la lista de signos atípicos de alerta o alarma.
Un signo atípico de alarma o alerta es una señal de advertencia, es la expresión clínica de una desviación del patrón normal del desarrollo.
Puede llevar a patrones de tipo compensatorio, con compromiso del desarrollo en su conjunto. No supone, necesariamente, la presencia de patología neurológica. Indica que el niño tiene un problema y debe ser examinado y/o tratado por un terapista calificado. Por ejemplo si:
- no fija la mirada en la mamá,
- se sienta en “W”,
- camina siempre en puntas de pies,
- toma los objetos con el dedo pulgar y el medio, etc.
Visión
Primer año de vida:
-Ojos rojos.
-Lágrimas espesas.
-Lagrimeo permanente.
-Desviación permanente o intermitente de uno o ambos ojos.
-Opacidad de una o ambas córneas (túnica o membrana transparente y abombada que recubre el globo ocular).
-Una de las córneas es de mayor tamaño que la otra, o ambas son llamativamente grandes.
-Molestias ante la luz.
-Ojo entrecerrado.
-Gestos de dolor.
-Movimientos oculares anómalos, sin dirección y sin ritmo.
-Ambos ojos desviados hacia abajo, con retracción de los párpados en forma intermitente.
-No fija la mirada en la mamá.
-No sigue los objetos con la vista.
A partir de los 12 meses:
-Desvía, inclina o gira la cabeza para fijar la mirada hacia los costados.
-Cierra un ojo.
-A menudo se tropieza con cosas o se cae.
-Se frota frecuentemente los ojos, o se queja porque le duelen.
-Párpados enrojecidos, llorosos, lagañosos, inflamados o edematizados.
-Frecuente o intermitentemente bizqueo de uno o ambos ojos.
-Para leer, lleva los libros u otros objetos muy cerca de los ojos.
-Se acerca mucho a la televisión.
-Córnea opaca o blanquecina.
-Falta de brillo en un ojo, a diferencia del otro.
-“Brillo” dentro de un ojo, en determinada incidencia o iluminación.
-Dolor de cabeza a repetición.
-Mareos (“le dan vueltas las cosas”).
-Molestia exagerada ante la luz (entrecierra los ojos, quiere estar a oscuras, etc.).
-Desviación intermitente o permanente de uno o ambos ojos.
-Confusión en discriminación de colores (6 años o más).
-“Molestias vagas” (difíciles de definir por el niño) y/o dolor persistente, sin causa determinada.
Audición
1 a 3 meses:
-No responde a los ruidos fuertes.
-No se calma con la voz de la mamá.
-Duerme mucho y no reclama atención.
3 a 6 meses:
-No se da vuelta cuando lo llaman suavemente.
-Demuestra una reacción marcada a ruidos repentinos.
-Es irritable.
Nota: “Un niño sordo puede balbucear (uu, bba, ajó, etc.) y realizar otros juegos vocales a la misma edad que un niño oyente.”
6 a 10 meses:
-Deja de balbucear (al no oírse, pierde interés en el juego vocal).
-Se muestra aislado del medio ambiente, impresiona “diferente” a otros bebés.
-Su atención a la música o cuentos es menor de cinco minutos.
-No comprende palabras y sonidos simples (no, mamá, chau, etc.).
-No responde a sonidos habituales (teléfono, alarmas, timbres, etc.).
10 a 15 meses:
-Dolores/supuración de oídos a repetición.
-Habla con voz muy alta o muy baja.
-Gira siempre hacia el mismo lado para escuchar, aunque el sonido provenga de otro lugar.
-No responde al llamarlo desde otro cuarto.
-Más de 15 meses:
-Utiliza gestos en lugar de palabras para comunicarse.
-Lenguaje inusualmente poco claro comparado con el de otros niños.
Área motora
Menor de 1 año:
-Mano cerrada en forma permanente, con dedo pulgar incluido, uni o bilateral.
-No lleva las manos a la boca.
-No sostiene la cabeza (4 meses o más).
-No toma un objeto (5 meses o más).
-No se sienta solo (9 meses o más).
-Movimientos anormales (temblores, convulsiones, movimientos rápidos de los ojos o nistagmus, etc.).
-No logra juntar las manos en la línea media.
-Muy rígido o muy fláccido (hipo o hipertonía).
* Nota: “Tono muscular es la contracción mínima sostenida que tienen todos los músculos, aún en reposo, sin hacer nada; se controla de manera autónoma por el cerebro”.
-Asimetrías en la postura o en la actividad: una mano y/ o pierna es más hábil o más lenta que la otra. Hasta los dos años ningún niño tiene determinada la lateralidad o preferencia de mano o pierna, deben ser simétricos en sus movimientos.
-Poco o demasiado activo.
-Irritable.
Mayor de 1 año:
-Marcha con piernas entrecruzadas.
-Camina en puntas de pie.
-Ausencia de marcha autónoma (18 meses).
-Un lado del cuerpo es menos coordinado cuando camina o corre.
-Un sector del cuerpo tiene mayor tono muscular, es más rígido.
-Las manos tiemblan o son torpes al realizar tareas de precisión (tomar objetos pequeños con los dedos, enhebrar, apilar cubos, dibujar, etc.)
Mayor de 3 años:
-No se para en un pie por un período corto (4 años o más).
-No puede cortar con una tijera (4 años o más).
-No puede tirar una pelota por lo alto o agarrar una pelota que rebota hacia él (5
años o más).
-Problemas de coordinación en actividades motoras gruesas o finas: equilibrio pobre, dificultad en aprender nuevas tareas que requieren coordinación viso-motora.
Área socio-emocional
Interacción con adultos:
Menor de 2 años:
-Irritabilidad.
-Apatía, desinterés, pasividad.
-Ausencia de sonrisa social (4 meses o más).
-Rechazo de contacto físico.
-Falta de interés por el entorno o las personas que lo cuidan.
-Auto-estimulación/auto-agresión.
-Juego estereotipado, ausencia de juego imitativo.
-Número inusual de comportamientos para llamar la atención (berrinches).
Mayor de 2 años:
-Carece de pautas de autonomía.
-Inseguro.
-No cumple órdenes sencillas.
-Aislamiento, timidez extrema.
-Crisis de ansiedad, baja tolerancia a la frustración.
-Cambio continuo de actividad.
-Conducta desorganizada, oposicionista.
- Interacción con otros niños:
Mayor de 3 años:
-Se involucra sólo en juego solitario o paralelo.
-Evita a ciertos niños.
-Se apega a otro niño en particular.
-A menudo desorganiza el juego de los demás niños.
-No interviene en juegos grupales o imaginarios (4 años).
-No comparte y/o no espera su turno (5 años).
Comportamientos individuales:
-Exhibe comportamientos auto-abusivos (por ejemplo: golpearse la cabeza).
-Reacciona exageradamente a estímulos no esperados (ruidos fuertes, sirenas, bocinas estridentes, etc.).
-Pobre capacidad para resolver problemas.
-Comportamientos repetitivos.
-Reacciona inusual y fuertemente al sentir ciertas substancias o texturas.
-Se siente incómodo al ser tocado por otra persona.
Mayor de 3 años:
-Falta de control de esfínteres por lo menos una vez por semana (4 años o más).
Área del lenguaje
-El habla depende de fenómenos biológicos, emocionales y socioculturales.
-Su adquisición es uno de los procesos más complejos de todos los que conforman el desarrollo infantil.
-Los trastornos del lenguaje están producidos por déficits o trastornos de la audición, intelectuales, del desarrollo y neurológicos.
-No deben subestimarse sus alteraciones, esperando una remisión espontánea y simple.
1 a 6 meses:
-Escasa reacción a la voz materna (2 meses).
-No gira la cabeza al sonido: voz, campanilla, etc. (4 meses o más).
-Ausencia de vocalizaciones recíprocas en los primeros meses.
-No balbucea.
Nota: “El balbuceo se produce por la ejercitación de las cuerdas vocales, no requiere de una audición normal.
-Un niño sordo aprende a balbucear (uba, uu, etc.) y realiza otros juegos vocales a la misma edad que el que oye”.
-Aislamiento y desorganización de la conducta.
6 a 10 meses:
-Pierde el balbuceo de los primeros meses, pues ya no le es placentero.
-No emite ni repite dos sílabas (sin significado): da-dá; ta-tá, etc.
-No vocaliza en respuesta a lo que se le habla.
10 a 15 meses:
-Ruptura o desvinculación con el medio.
-Relaciones frágiles y pobres con otras personas.
-No repite palabras ni sonidos simples.
-No emite palabras simples.
-Conductas y juegos estereotipados.
-Movimientos de auto-estimulación (rocking).
-Más de 15 meses:
-Ruidos y sonidos extraños, guturales (aullidos, gritos, etc.).
-No demuestra interés en libros o en escuchar historias.
-Ausencia de bisílabos (15 meses).
-No sigue instrucciones verbales simples.
-No emite palabras sencillas.
-No comprende órdenes sencillas (18 meses).
-No señala figuras ni partes de su propio cuerpo.
2 a 3 años:
-No señala partes de la cara o cuerpo.
-Dice pocas palabras, mal estructuradas y aisladas.
-Utiliza neologismos (significado individual a las palabras).
-No dice ninguna palabra.
-No arma frases de dos palabras.
-No se refiere a sí mismo por el pronombre “yo”.
-No usa el “mío” para designar sus pertenencias, ni el “tuyo”.
-No expresa sus necesidades por el lenguaje expresivo.
-Repite preguntas u otras expresiones verbales como eco (ecolalias).
-No puede repetir rimas o propagandas de la televisión.
Mayor de 3 años:
-No arma oraciones cortas.
-Las personas fuera de la familia no entienden lo que dice.
-Tartamudez.
Área cognitiva
Menor de 12 meses:
-Es irritable, llorón, difícil de calmar y de alimentar.
-No presenta sonrisa social (4 meses o más).
-Ausencia de viveza en la mirada.
-Escasa reacción ante caras o voces familiares.
-No puede concentrar su atención en personas, objetos y juguetes ni siquiera durante un minuto.
-Escaso interés por personas u objetos.
-Se aísla del ambiente mientras se balancea o se chupa la lengua.
-No diferencia conocidos de extraños (10 meses o más).
1 a 2 años:
-No extraña (12 meses).
-No imita gestos (12 meses).
-No comprende prohibiciones (12 meses).
-No señala con el índice (12 meses).
-No comprende órdenes sencillas (15 meses).
-No realiza juego imitativo (18 meses).
-Conducta o juego estereotipados.
-No encuentra los objetos que se ocultan a su vista.
-Camina bien pero tropieza continuamente con los objetos (falta de organización espacial).
2 años:
-Garabato descontrolado.
-No copia una raya ni un círculo.
-No organiza ningún juego.
-No imita ni relata situaciones que vio o en las que participó.
-o reconoce “arriba/abajo; adelante/atrás”.
3 años:
-No puede contestar preguntas simples.
-No conoce su edad, su sexo ni su nombre completo.
-No arma rompecabezas simples.
-No reconoce opuestos (alto/ bajo; frío/ caliente, etc.).
Más de 3 años:
-No da respuestas razonables a preguntas sencillas: “¿Qué hacés cuando estás con sueño?, ¿Qué hacés cuando tenés hambre?”.
-No demuestra habilidades para resolver problemas simples.
-No es capaz de contar hasta 3.
-No puede dibujar 2 ó 3 partes de una figura humana.
-No cuenta ni repite cuentos e historias.
5 años:
-No comprende el significado de palabras: “hoy”, “mañana”, “ayer”.
-No demuestra habilidades de memoria.
-No repite secuencias cortas o números.
-No completa lo que falta en una secuencia de objetos.
-No distingue colores.
-No sigue consignas simples en los juegos.
signos de alarma de problemas de integración sensorial
-Por dificultades en el procesamiento de estímulos simultáneos por baja o elevada sensibilidad sensorial, un niño con desorden en la integración sensorial presentará más de uno de los signos descriptos más adelante.
-Si se detectan, se debe consultar con el pediatra.
Irritabilidad o rechazo a ser tocado.
-Arquea su cuerpo o se pone tenso al ser sostenido.
-No se acurruca al ser sostenido, o llora.
-Se irrita si es pasivamente movido en el espacio, o se lo cambia de posición.
-No le gusta la presión sobre su cuerpo.
-Se distrae o reacciona con temor frente a movimientos comunes.
-No se calma fácilmente luego de estar disgustado o llorando.
-Se quita o no le gustan algunas texturas de ropa, juguetes o superficies ásperas, con etiquetas, etc.
-Evita y/o llora al probar comidas con diferentes consistencias (grumosas, más espesas, etc.) aunque sean introducidas a la edad apropiada.
-Le desagradan ciertos olores.
-echaza temperaturas frías.
-Le molestan sonidos de alta intensidad (licuadora, timbres, bocinas, aspiradora, etc.).
-Se distrae con facilidad.
-Presenta un carácter impulsivo.
-Le cuesta planificar sus tareas.
-Cuando algo no le sale bien, se frustra, se pone agresivo o se aísla.
Realiza movimientos extraños, no intencionales, con alguna parte de su cuerpo mientras ejecuta una actividad.
-Está en constante movimiento.
-Permanece en una posición poco activa, cansándose rápidamente.
-Pierde el equilibrio.
-No extiende sus brazos para protegerse al caer (6 meses o más).
-Le cuesta aprender nuevas actividades en las que usa sus brazos y piernas.
-Choca reiterativamente con su cuerpo contra objetos.
-No lleva su mano derecha hacia el lado izquierdo y viceversa (8 meses o más).
-No emplea ambas manos para jugar (no transfiere un objeto desde una mano a la otra, no cruza la línea media, no golpea dos chiches entre sí).
-Luego del año de vida, manipula los objetos sólo con la yema de sus dedos.
-No lleva objetos a la boca, o los muerde.
-Le cuesta dormirse; llora al acostarlo en su cama.
-Duerme por breve tiempo (15 minutos o menos), se despierta rápidamente.
-Duerme por largos períodos de tiempo.
-Pobre autoestima.
Desarrollo. Signos Atípicos de Alarma o Alerta
Dras. Iris T. Schapira y Enriqueta Roy
LOS AÑOS FORMATIVOS. Desarrollo e Intervención Oportuna en los primeros cinco años de vida
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6 comentarios:
Que lindo está Carmen, Gracias Un beso
Que entrada más útil, y completa. Muchas gracias, Carmen, por visitar el blog y dejar tu comentario.
Yo siempre que vengo a visitarte, veo todo tan interesante...Mil gracias wapa.
Buen día!!
Besos!!!
Hola Silvi, como estas. Espero te sirva. Nos vemos en cualquier momento. Besos
Hola Vane, gracias. Siempre te visito, todo lo que pones es muy interesante y útil también, me será de gran ayuda para las maestras de nuestros chicos, ahora estamos terminando y uds empiezan con toda energía por lo que veo. Te deseo un buen año de trabajo.Cariños
Que importante saber esto para consultar, yo digo esto conocen los pediatras? Un saludo a los dos
Deberían Karina,Ahora todo esto se conoce mucho. Que pases bien
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