LA ADQUISICIÓN DEL CÁLCULO EN NIÑOS Y NIÑAS CON S. DE DOWN
jueves, 28 de junio de 2012
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Etiquetas: Aprendizajes, Artículos, Autonomía, Conceptos básicos, Educación, Habilidades básicas, Inclusión, Síndrome de Down
EL FUTURO QUE QUEREMOS
lunes, 25 de junio de 2012
Publicado por Programa de Desarrollo Psicosocial 2 comentarios
Etiquetas: Derechos, Desafíos, Diversidad, Educación, Familia, Inclusión, Informaciones, Valores
CONSIDERACIONES ACERCA DE LA AGRESIVIDAD EN EL TDAH
jueves, 21 de junio de 2012
Publicado por Programa de Desarrollo Psicosocial 2 comentarios
Etiquetas: Artículos, Comunicación, Conducta, Habilidades Sociales, Hiperactividad, Inclusión, Límites
DÍA DEL PADRE, TAN LEJOS Y TAN CERCA...
domingo, 17 de junio de 2012
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Etiquetas: Celebraciones, Familia, Valores, Vivencias y procesos
EL AUTISMO NO DA LA ESPALDA A LA GENTE...
miércoles, 13 de junio de 2012
Publicado por Programa de Desarrollo Psicosocial 8 comentarios
Etiquetas: Aprendizajes, Asperger, Autismo, Derechos, Desafíos, Diversidad, Educación, Familia, Informaciones, Valores
POR QUÉ MI HIJA/O CON S. DE DOWN NO APRENDE?
martes, 5 de junio de 2012
En primer lugar debemos pensar como aprende un niño, niña regular o neurotípico/a. Hay miles de respuestas para esto. Libros enteros con explicaciones acerca del tema. Acerca de descartar si existen problemas de aprendizaje, síndromes, dislexia, e infinidad de otros factores que dificulta a un niño o niña a aprender. En todos estos materiales mencionan la importancia de las condiciones, el entorno, el programa, el maestro y su forma de trabajo.
Un niño/a regular aprende por que las condiciones están adecuadamente preparadas, el entorno funciona para esto y hay un equilibrio a nivel de todos los aspectos. Estos aspectos del desarrollo evolutivo y psicosocial como los emocionales, conductuales, cognitivos hacen que avance en su desarrollo regularmente. Este se va dando, a veces muy bien, otras con algunos ajustes, pero se da.
Si un niño/a no aprende es por que estos aspectos no se van regulando con el entorno, no hay equilibrio en los procesos, en como se da o en algún engranaje del mismo. Los agentes sociales formamos parte del entorno del niño/a, el engranaje, y cumplimos una función imprescindible para el éxito del aprendizaje del mismo. Los agentes (familia, escuela, apoyos terapéuticos) tenemos que tener claro donde tenemos ubicados mentalmente al niño/a, nuestras expectativas y nuestra visión.
Este es un punto clave y por ese motivo es muy importante y fundamental. Nos referimos a los CRITERIOS de los adultos en relación a “donde lo ubicamos al niño” o sea, la UNIFICACIÓN DE CRITERIOS de la que tanto hablamos.
Si somos parte de la familia y seguimos viendo al niño o niña fuera del rango de su edad de desarrollo tendemos a mantener y mantenemos de hecho conductas inadecuadas en ellos y ellas que en vez de ayudar obstaculizan su evolución. Sin quererlo promovemos inhabilidades conductuales, mentales o emocionales que no le ayudan a hacer las transiciones. En una palabra no le ofrecemos herramientas adecuadas y el apoyo necesario para desarrollarse y crecer con autonomía.
¿Que pasa entonces ante esta situación?, ¿que es lo que vive y experimenta un niño/a regular o con síndrome de Down?
El niño/a tiene que acomodarse a una gran variedad de criterios de los adultos. Al convivir, se tiene que adaptar social, conductual, emocional y cognitivamente según sus propias capacidades y habilidades. Y con cada persona se va acomodando según un criterio diferente. El niño/a funciona en relación al adulto y en su modo de relacionamiento. Esto quiere decir que “tiene que sacar chips mentales para actuar dependiendo del adulto que tiene adelante.”
Si no aprende a acomodarse le costará lógicamente adaptarse a las variadas exigencias y en esta falta de regulación o normalización no podrá o le costará mucho ir adquiriendo nuevos aprendizajes. Sencillamente por que nosotros los adultos no lo organizamos a todos los niveles….y se estanca.
Con este procedimiento podemos estar fomentando discapacidades individuales mayores a la de de los procesos mentales de los niños/as. Para que esto no ocurra nosotros los adultos debemos organizarnos primero.
Por lo tanto no aprende por eso, esa el la razón. Si el adulto es desorganizado y no trabaja en base a sus necesidades, si el adulto le ve como un niño/a, lo sobreprotege, no le deja crecer y no le permite que demuestre y practique lo aprendido, el niño/a seguirá instalado donde tiene que estar según la visión del adulto. Ahí donde el adulto le da la pauta.
Si la cosa funciona así al menos para algunos padres y maestros ¿por qué pretender enseñarle entonces cosas como leer y escribir y esperar del niño/a con S. de Down comportamientos más adultos si lo seguimos viendo como pequeño? De esa forma creamos una dicotomía muy perjudicial y al no respetar los procesos del niño o niña, promovemos desfasajes en su tránsito del desarrollo evolutivo difíciles de recuperar.
Desde que se levanta, un niño/a tendría que seguir una misma línea basada en los mismos criterios para ubicarse en su realidad y no en donde le quieren ubicar. Seamos concientes.Las exigencias unificadas son muy valederas, no el reforzar las conductas inadecuadas, posponer, postergar, no asumir responsabilidades en el proceso. Si actuamos en base a los mismos criterios ellos irán aprendiendo y generalizando contenidos a otros ámbitos y formarán su propio criterio.
Si un niño/a no aprende por problemas de tipo neurológico, genético o por razones de capacidades muy comprometidas, con más razón aun. Se tiene que regular el proceso de desarrollo evolutivo y esto no se hace saltando etapas sino respetando el mismo. ¿Por qué entonces apurar la lectoescritura, el que pase de grado, someterlo a exigencias no acordes y pese a su nivel de proceso?
Que pasa si el adulto insiste y hace caso omiso a la importancia de unificación de criterios. Caso omiso al desarrollo normal evolutivo. Caso omiso, y se concentra en solo un aspecto del niño o niña. Caeremos en incoherencias. Trataremos de buscar culpables fuera de nosotros mismos, evadiendo nuestra responsabilidad.
Tal ves creemos que cubrimos todas las necesidades de nuestros hijos/as y alumnos, afectivas, hábitos (estructura), disciplina (limites) seguridad personal, ejemplo personal (modelo), alimentación etc. Tenemos una visión propia acerca de esto y sobre todo muy buenas intenciones, pero no es suficiente. Siempre es bueno replantearnos lo que hacemos y sobre todo como lo hacemos. Las necesidades para vivir en sociedad están cambiando, esto es igual para neurotípicos como para niños/as con S.D. Tratemos de cambiar nuestra visión, nuestro interés, nuestras expectativas. Trabajar desde la realidad, la del niño y ver sus necesidades y posibilidades reales. Dejar crecer y enseñar va de la mano, no son opciones excluyentes.
¿Como enseñar a crecer a nuestros niños/as independiente a los cuidados? ¿Cómo enseñarles a gestionar emociones básicas, a regularlas? Aprendiendo a gestionar las nuestras en primer lugar. Atendiendo sus necesidades y ofreciendo oportunidades para que desarrollen acciones, construyan significados, se comuniquen, expresen sentimientos, en una palabra se constituyan en personas con derechos a ser escuchados y atendidos, no solo amados. Tratemos de conocer a nuestros hijos, sus actitudes, preferencias, dificultades, pero aprendamos a identificar los problemas reales no a interpretar e inferir, independiente a los anhelos que tengamos para nuestro hijo. No supongamos que…No temamos a decirles que no. No le impidamos crecer.
En la inclusión escolar se ve al niño/a incluido como que trae un síndrome, una etiqueta y esto no lo beneficia. La experiencia indica que los niños con S.D. adecuadamente organizados pueden llegar a adquirir un buen nivel de aprendizaje. Les puede llevar el doble y hasta triple esfuerzo pero lo pueden lograr si se le da oportunidades y herramientas. Pensemos en el futuro de nuestros hijos/as, reflexionemos acerca de sus edades, las transiciones que tendrá que afrontar, las exigencias, las expectativas nuestras y del entorno. Pensemos en las respuestas que le damos. ¿Lo estamos preparando? ¿Somos agentes sociales significativos, funcionales del núcleo del niño/a?
La familia en primer lugar y la escuela son los responsables si el niño aprende o no. No es fácil unificar criterios entre nosotros, entre familia, entidades, profesionales, sociedad. Mientras tratamos de ponernos de acuerdo el niño/a pierde el tiempo. Pierde la oportunidad de que el adulto significativo más importante, la madre o el padre le facilite y le de formas de participación para poder desarrollar sus potencialidades.
Entonces si como mamá o papá nos preguntamos ¿porque mi hijo/a con o sin síndrome de Down no aprende?.. cabe reformularnos la pregunta: ¿Que hago para que mi hijo/a aprenda?...
Imagen : José en PDP
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