Este es un artículo muy interesante en relación a la entrada anterior "Como detectar dificultades de integración sensorial" y a modo de esclarecer más el tema que a veces es confuso para los padres.
Una Aproximación a la Terapia en Integración Sensorial. por María Valeria Isaac García, Terapeuta Ocupacional, U de Chile / Traducción de fragmentos del libro "Love, Jean" por Zoe Mailloux
Uno de los aspectos más confusos acerca de tener un hijo con disfunción en integración sensorial (DIS) es que este término se aplica a un grupo diverso de síntomas y patrones de dificultad. Existen muchos tipos de desórdenes sensorio integrativos, y los problemas funcionales asociados a cada uno van a variar de niño en niño. Decir que un niño tiene una disfunción en integración sensorial es un poco como decir que un niño tiene alergia. Algunos niños son alérgicos a los gatos y estornudan al estar cerca de uno, mientras otros podrán desarrollar ronchas en la piel como reacción alérgica al pasto, y otros podrán ser alérgicos a ciertos alimentos que le producen dolores abdominales.
Entendemos que el término "alergias" es bastante
amplio y que describe un tipo de problema que aparece en diferentes modalidades
y patrones. Algunos niños podrán tener alergias sin presentar otro tipo de
problemas asociados, mientras que otros niños con ciertos diagnósticos, como
asma, podrán presentar las alergias en conjunto con este trastorno. La misma
verdad se aplica a la disfunción en integración sensorial (DIS). Algunos niños
tendrán síntomas de disfunción sensorio integrativa sin presentar otro tipo de
problemas o diagnóstico, mientras que otros niños tendrán DIS en conjunto con
otras dificultades médicas o trastornos del aprendizaje.
Algunos diagnósticos están mas comúnmente asociados a DIS que
otros. Niños con diagnósticos relacionados al déficit atencional con hiperactividad
se les ha encontrado una fuerte relación con la DIS.
Los trastornos del aprendizaje son un ejemplo de diagnósticos
que suelen conllevar problemas de integración sensorial. Comúnmente la DIS asociada a dificultades en
el aprendizaje se debe al ineficiente funcionamiento del sistema
"vestibular", un sistema sensorial extremadamente importante que
contribuye a muchos aspectos del aprendizaje. Algunos investigadores han
estimado que hasta el 50% de niños con trastornos de lectura tienen también problemas
de funcionamiento vestibular.
Uno de los diagnósticos que rápidamente ha cobrado importancia
es el autismo. Este desorden de base neurológica asociado a trastornos del
desarrollo del habla y lenguaje, déficit en las habilidades sociales, y
comportamientos bizarros esta también fuertemente asociado a anormalidades en
el sistema sensorio-motor. Los niños con autismo suelen tener su fuerte en la
percepción visual, pero presentan síntomas de trastornos en el tacto,
movimiento, percepción auditiva, esquema corporal, dificultades de planeamiento
motor y por sobre todo respuestas a estímulos sensoriales que son inusualmente
exageradas o muy pasivas (a esto se le llama problemas de "modulación
sensorial".)
Existe otra variedad de trastornos y diagnósticos menos
conocidos que tienden a conllevar DIS. Además de los desórdenes de base
neurológica y del desarrollo, condiciones inadecuadas en el ambiente tales como
exposición a drogas en el periodo pre-natal o la deprivación sensorial, también
contribuye a desarrollar problemas de integración sensorial.
* Identificando y comprendiendo el problema:
Profesionales con experiencia y conocimientos en la teoría y
práctica de la integración sensorial esperan siempre identificar este tipo de
problemas a la más temprana edad posible. Esto se debe a que la DIS está relacionada a la
forma en que el sistema nervioso del niño procesa información. Sabemos que el
desarrollo y funcionamiento de sistemas nerviosos jóvenes pueden ser
influenciados de forma más significativa que aquellos de los adultos. Las
partes del cerebro que internalizan información sensorial y le permiten al
individuo responder a estos estímulos tienen un mayor desarrollo durante la
infancia y tempranas edades.
Sabemos que hay niños que tempranamente han sido deprivados de
estímulos sensoriales importantes, tales como sensaciones táctiles y de
movimiento, al encontrarse en ambientes no favorables como orfanatos o
condiciones de extrema pobreza que carecen de oportunidades para el juego y
contacto social positivo. Estudios hechos a animales en condiciones sensoriales
desfavorables han demostrado que ocurre un desarrollo atípico en este tipo de
situaciones. Sin embargo, incrementando las experiencias sensoriales en el
ambiente del niño tiene un efecto positivo en su desarrollo. Esta
investigación, al igual que estudios que demuestran que el cerebro es moldeable
en edad temprana, proveen las bases para enfatizar en la intervención temprana
a niños con DIS lo antes posible.
Si hay sospechas de problemas de integración sensorial en el
niño, un terapeuta se basará en una evaluación cualitativa observando cómo
responde el niño a sensaciones y cómo se desempeña en varias habilidades
motoras. Además complementará su evaluación con tests específicos para medir
alteraciones en el sistema sensorial (uno de ellos es el SIPT "Sensory
Integration and Praxis Test"). Para administrar este tipo de test se
requiere de un entrenamiento especializado por parte del terapeuta, el cual
recibe un grado y certificado de administración e interpretación del SIPT.
Las evaluaciones se acompañan de entrevistas a los padres y
profesores para reunir toda aquella información significativa para completar la
evaluación. Luego el terapeuta podrá determinar si existe un problema y qué
tipo de intervención sería la mas apropiada.
Luego de ser determinado que el niño tiene una DIS, las
preguntas más comunes de los padres son: "¿Se le irá a pasar?"
"¿Cuánto tiempo estará con este problema?" "¿Al madurar con la
edad se le pasará?" Cuando los padres se interesan en este tipo de
problemas, y se preocupan de preguntar y averiguar, ya han dado comienzo a una
intervención exitosa. Es fundamental informarse lo más posible acerca de la DIS para así asistir al niño
en todas las áreas posibles. Padres bien informados y al tanto con la terapia
son capaces de ayudar mucho a sus hijos, aprenden a reconocer cómo el niño
aprende, cómo la DIS
los afecta en su comportamiento, desarrollo de habilidades e interacciones
sociales.
Comúnmente se le dice a la DIS que es una "ineficiencia" de
procesos que ocurren en el cerebro. Las funciones de Integración Sensorial
generalmente ocurren de manera automática, fluida, y subconscientemente.
Algunos padres se alarman al pensar que puede haber un problema en el cerebro
de su hijo. Sin embargo, las dificultades de Integración Sensorial no son como
los problemas comúnmente asociados con "daño cerebral" o "trauma
cerebral". En muchos casos las estructuras del sistema nervioso están
intactas. El problema en la DIS
está en las conexiones desde una parte del cerebro a otra para mandar
"mensajes" (información), ya que éstos no viajan de manera rápida,
clara y completa como es esperado.
La investigación documenta que las estructuras y funciones del
cerebro y del sistema nervioso son "cambiables", sobre todo en
personas jóvenes. La palabra "plástico" o "plasticidad" es
usada para describir esta característica del cerebro. El hecho de que el
cerebro sea plástico nos permite ser afectados por las experiencias que
vivenciamos, especialmente durante el desarrollo temprano, de manera positiva o
negativa. Nos referíamos anteriormente acerca de niños cuyo desarrollo estaba
siendo afectado por condiciones de deprivación ambiental (por ejemplo en un
orfanato) y que estos niños podrían adquirir grandes aptitudes una vez creadas
las condiciones y oportunidades para un mas óptimo desarrollo. El mismo
principio rige para niños con DIS. Estos niños necesitarán recurridas
oportunidades para vivir experiencias que ayudarán a sus sistemas nerviosos
enviar e interpretar mensajes (información) de forma más eficiente.
A pesar de la gran importancia de las funciones de integración
sensorial, éstas son sólo una parte de lo que determina nuestro éxito o fracaso
en la vida. Inteligencia, personalidad, temperamento y persistencia son también
características que jugarán un rol importante en lograr que un individuo logre
llevar o no una vida productiva y satisfactoria. Lo más importante que puede
hacer un padre por un hijo con DIS es procurar de que este problema no
interfiera con aquel proceso de alcanzar una vida plena. Esto es logrado a
través de una combinación de intervención y entendimiento.
* Comprendiendo el tratamiento:
Existen tres maneras para enfrentarse a problemas de DIS. Una de
ellas es desarrollar estrategias para compensar el trastorno. Un ejemplo de
esto puede ser visto en un niño el cual es incapaz de aprender a amarrarse los
cordones de los zapatos (debido al déficit en habilidades de percepción visual
y planeamiento motor.) La estrategia de compensación al problema es comprarle a
este niño zapatos sin cordones (con otros sistemas de broche, más sencillos,
como velcro.) Esto aliviará al niño y le permitirá ignorar esta dificultad por
un tiempo.
Otra manera de enfrentar el DIS es desarrollar una forma
estructurada de ejecutar una función especifica y practicarlo varias veces
hasta que éste se transforme en automático. Así se le puede enseñar a un niño a
amarrarse los zapatos con suficiente práctica, pero el mismo niño necesitará
ayuda al tener que atar nudos en objetos distintos, como cintas en un regalo.
Por lo tanto, este enfoque ofrece una inmediata solución práctica a un problema
específico, pero no la solución al problema en sí para diferentes situaciones.
Un tercer enfoque es proveer terapia que mejore las funciones y
aptitudes de base, de manera que el problema actual se vea disminuido hasta
desaparecer. Mejorar una función es el enfoque principal de una terapia que
utiliza un modelo de integración sensorial. La terapia dirigida a mejorar
funciones básicas en el sistema nervioso es posible debido a la característica
de "plasticidad" cerebral. Tal como los niños desarrollan habilidades
y capacidades a través de las experiencias cotidianas, al tener oportunidades
para cierto tipo de desafíos y actividades también pueden tener influencia en
su desarrollo. Lo paradojal de este enfoque es que es un proceso complejo que
requiere de años de estudio y formación especializada por parte del terapeuta,
pero que al suministrarse apropiadamente aparenta una forma de juego.
No existe un protocolo o régimen prescrito para la terapia
dirigida a mejorar funciones de integración sensorial. Cada niño es diferente y
por esto requiere de interacciones diferentes. Se podría hacer una comparación
con el "ser padre". Padres que conocen a sus hijos aprenderán a
interpretar sus "signos y señales" y saber qué cosas hacer para
ayudar a que sus hijos respondan, se comporten y aprendan de la mejor manera
posible. Es similar para los terapeutas. Armados de conocimiento de cómo el
sistema nervioso responde y desarrolla funciones, los terapeutas se esforzarán
para conocer a cada niño de tal manera que les permita la selección efectiva de
actividades elegidas sólo para ese niño en particular. Un niño que disfruta de
lo que está haciendo, estará mas motivado y persistirá durante momentos de
mayor desafío en la terapia. Un ambiente de juego es la principal
característica de este tipo de terapia.
Los sentimientos de placer y satisfacción de una participación
exitosa en estas actividades significativas pueden hacer que un niño se sienta
feliz, organizado y completo. Se suelen oír comentarios de muchos niños
diciendo cosas como, "No quiero irme nunca de aquí" o "Desearía
que esta terapia no termine jamás".
* Efectos de la terapia:
Como el principal enfoque de la terapia que utiliza una
aproximación de integración sensorial es cambiar e influenciar el desarrollo de
funciones neurológicas básicas, el progreso no es siempre evidente en forma
inmediata. Sin embargo, las experiencias sensoriales pueden ser poderosas y a
veces los niños podrán demostrar notorios cambios durante e inmediatamente
después de una sesión de terapia.
Mientras que algunas actividades terapéuticas de integración
sensorial puedan tener efectos inmediatos sobre áreas como la atención, estados
de ánimo, producción del lenguaje, postura y habilidades de organización, lo
más probable que un padre note en su hijo es que éste disfruta y espera con
ansias sus próximas sesiones. Estar en una situación en donde se es comprendido
y apoyado, al igual que ayudado a ser exitoso, es a menudo una experiencia
fortalecedora para niños con DIS.
La mejor manera de determinar si la terapia está verdaderamente
produciendo cambios es estableciendo objetivos específicos orientados hacia el
alcance de las habilidades que son importantes para el niño y la familia. Por
ejemplo, para un niño con un problema sensorio integrativo que involucra una
hiper-sensibilidad al tacto, su objetivo especifico puede ser adquirir la
habilidad de tolerar un corte de pelo y un lavado de cara sin mostrar signos de
incomodidad. Para otro niño con una pobre habilidad para coordinar ambos lados
del cuerpo, su objetivo especifico podrá ser lograr pedalear una bicicleta. Por
la razón de que este tipo de cambios suelen suceder gradualmente con el tiempo,
es importante documentar los asuntos a tratar a través de estos objetivos
propuestos para así poder medir los cambios a futuro.
La efectividad de la terapia dirigida a mejorar funciones de
integración sensorial es difícil de medir con puntajes. Familias comentan
comúnmente cosas como, "la vida nos parece menos estresante ahora,"
"le va mejor en la escuela," "mi hijo y yo nos sentimos menos
frustrados que antes," y "ahora mi hijo tiene amigos." Este tipo
de cambios cualitativos en el diario vivir son el objetivo general de este
enfoque terapéutico.
* Que hacer para ayudar a la terapia:
Aparte de entender y apoyar a los hijos durante el proceso de la
terapia, los padres deben comprometerse a mantener una consistencia en el
tratamiento, es decir, llevar al niño a todas sus sesiones.
Además deberán mantenerse lo más informados posibles acerca de
lo que está ocurriendo en la terapia. Mientras más un padre entienda los
desafíos y dificultades de su hijo, más será la ayuda que podrá proporcionarle.
Es importante que un padre comprenda de qué maneras el problema de DIS le está
afectando a su hijo en su diario vivir y en qué áreas. Mantener una buena
comunicación con el terapeuta le permitirá llevar lo aprendido a la casa,
colegio y comunidad, y continuar aplicando estos conocimientos en el diario
vivir de su hijo y ayudarlo a experimentar formas de sentirse más cómodo y
exitoso.
La aplicación de los principios terapéuticos, conceptos y
actividades en la casa, el colegio y comunidad proveerá los mejores resultados
posibles de la terapia para cualquier niño.
Imagen: Emile Munierb
2 comentarios:
Holaaa! que artículo más interesante y sí muy aclaratorio como dijiste, lo copio para mis padres. Gracias, besos
Que bueno que te guste! un abrazo
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