Una investigación periodística dio a conocer los detalles del estudio que mentía al decir que la vacuna triple viral causaba autismo.
El impacto negativo hizo que se redujeran las tasas de vacunación en muchos países.
Artículo de Sebastian A. Ríos
"Días después de enfrentar a los medios en conferencia de prensa, para advertir que la vacuna triple viral podía causar un nuevo síndrome que combinaba autismo con una grave enfermedad gastrointestinal, el doctor Andrew Wakefield se reunió con colegas y accionistas para discutir un plan de negocios que incluía una vacuna "segura" para reemplazar la triple viral y un kit diagnóstico para detectar el nuevo síndrome.
Sólo la venta del kit en Inglaterra y en Estados Unidos, dijo a su audiencia, les haría ganar unos 116 millones de dólares al año. Claro que para eso era necesario que la gente entrara en pánico y dejara de vacunar a sus hijos con la triple viral. Y aunque esto último ocurrió, ni el kit ni la vacuna de Wakefield vieron la luz.
A más de 12 años de esa conferencia de prensa, la revista médica British Medical Journal está publicando una serie de artículos escritos por el periodista Brian Deer, que develó cómo y por qué Wakefield fraguó las evidencias que respaldaron su grito de alarma en torno a la triple viral. A la luz de lo expuesto por Deer, no quedan dudas de que se trata de uno de los fraudes más grandes de la historia de la medicina.
Basta citar el impacto que tuvo su mentira. "En 1998, la publicación en [la revista] The Lancet del artículo de Wakefield creó una controversia mundial sobre la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola, al afirmar que causaba autismo. Esto llevó a que se redujera el uso de la vacuna en Inglaterra, Estados Unidos y otros países", escribieron los expertos en vacunas de la Clínica Mayo, Gregory Poland y Robert Jacobson, en la revista The New England Journal of Medicine .
Aún hoy, que el fraude ha sido expuesto - The Lancet se retractó de la publicación del artículo, a Wakefield se le prohibió ejercer la medicina y todas las evidencias científicas coinciden en que la triple viral no causa autismo-, los grupos antivacunas siguen ciegamente agitando el fantasma del autismo. En países como Estados Unidos o Inglaterra, que antes de la publicación de Wakefield ostentaban tasas de vacunación envidiables, han sufrido brotes de las afecciones incluida en la triple viral, como resultado de la menor vacunación.
El origen de la mentira
Los orígenes del fraude de Wakefield se encuentran tres años antes de la publicación de su artículo en The Lancet . En marzo de 1995, este investigador del Royal Free Medical School, de Londres, llenó una patente en la que se atribuía una nueva forma de diagnosticar la enfermedad de Crohn. Según Wakefield, esta enfermedad inflamatoria que afecta a los intestinos podía diagnosticarse al detectar la presencia del virus del sarampión en el aparato digestivo.
La enfermedad de Crohn, vale aclarar, es aquella de la que, años más tarde, Wakefield diría que es causada por la vacuna triple viral. Pero para llegar a ese punto, otro crucial actor de este drama tenía que entrar en escena.
En febrero de 1996, un abogado llamado Richard Barr se puso en contacto con Wakefield. Barr era el abogado del grupo antivacunas inglés JABS, que desde su fundación en 1994 sostenía que la triple viral causaba daños neurológicos, y como tal su objetivo era demandar a los fabricantes de vacunas.
De su encuentro con Barr, Wakefield obtuvo dos cosas que le serían de utilidad. Por su colaboración para las demandas, comenzó a cobrar 250 dólares la hora. Pero la conexión con JABS también le aseguró un flujo de pacientes: niños cuyos padres estaban convencidos de que habían enfermado tras ser vacunados.
El primero de esos pacientes llegó a manos de Wakefield en julio de 1996. Tenía tres años, autismo y llegó con síntomas gastrointestinales que llevaron a Wakefield a poner en marcha todo un arsenal de estudios gastroenterológicos para tratar de obtener evidencias sobre la relación vacuna-enfermedad de Crohn.
Y, por qué no, de su relación con el autismo. Después de todo, JABS sostenía que la vacuna causaba daños neurológicos, y la madre del niño aseguraba que el pequeño había comenzado a experimentar los síntomas del autismo tras ser vacunado.
Entre julio de 1996 y febrero de 1998, cuando publica su artículo en The Lancet , Wakefield reclutó más pacientes para su estudio, patentó una nueva vacuna contra el sarampión basada en una tecnología ya conocida, y desarrolló todo un sistema para que el dinero (sumas cada vez mayores) que obtenía de Barr ingresara al hospital a través de una fundación, para financiar el desarrollo de la vacuna.
Caída libre
La caída de Wakefield comienza en febrero de 2004, cuando Deer publica en The Sunday Times irregularidades en la financiación y realización del estudio. Su caso testigo es, justamente, el primer paciente del estudio de Wakefield. Uno de los argumentos para vincular a la vacuna con el autismo es que sus síntomas debían aparecer a poco tiempo de ser vacunado.
En una entrevista con la madre del chico, Deer supo que los síntomas habían aparecido a los seis meses, y no a los seis días, como figuraba en el estudio. Una revisión de los registros de los 12 pacientes del estudio, y de los borradores previos a la publicación, revelaron que el lapso entre la vacunación y la aparición de los síntomas fue inventado en todos los casos para acomodarse a la hipótesis de Wakefield.
Más tarde, un análisis del caso Wakefield por parte del Consejo Médico General de Inglaterra halló que tres de los nueve chicos que el estudio afirmaba que tenían autismo no tenían esa enfermedad. Y de los que sí la padecían, sólo uno -el caso inicial- tenía la forma que Wakefield decía que era causada por la vacuna. En varios de los casos de autismo, la aparición de los síntomas era previa a la vacunación.
Con respecto a la asociación entre vacuna y Crohn, los datos fueron igualmente inventados.
¿Qué dice hoy Wakefield cuando le preguntan si fraguó los datos? Niega los cargos y dice que él ha sido víctima de una conspiración".
ANDREW WAKEFIELD
Ex investigador
Profesión: ex cirujano gastroenterólogo
Edad: 54 años
Origen: Inglaterra
El impacto negativo hizo que se redujeran las tasas de vacunación en muchos países.
Artículo de Sebastian A. Ríos
"Días después de enfrentar a los medios en conferencia de prensa, para advertir que la vacuna triple viral podía causar un nuevo síndrome que combinaba autismo con una grave enfermedad gastrointestinal, el doctor Andrew Wakefield se reunió con colegas y accionistas para discutir un plan de negocios que incluía una vacuna "segura" para reemplazar la triple viral y un kit diagnóstico para detectar el nuevo síndrome.
Sólo la venta del kit en Inglaterra y en Estados Unidos, dijo a su audiencia, les haría ganar unos 116 millones de dólares al año. Claro que para eso era necesario que la gente entrara en pánico y dejara de vacunar a sus hijos con la triple viral. Y aunque esto último ocurrió, ni el kit ni la vacuna de Wakefield vieron la luz.
A más de 12 años de esa conferencia de prensa, la revista médica British Medical Journal está publicando una serie de artículos escritos por el periodista Brian Deer, que develó cómo y por qué Wakefield fraguó las evidencias que respaldaron su grito de alarma en torno a la triple viral. A la luz de lo expuesto por Deer, no quedan dudas de que se trata de uno de los fraudes más grandes de la historia de la medicina.
Basta citar el impacto que tuvo su mentira. "En 1998, la publicación en [la revista] The Lancet del artículo de Wakefield creó una controversia mundial sobre la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola, al afirmar que causaba autismo. Esto llevó a que se redujera el uso de la vacuna en Inglaterra, Estados Unidos y otros países", escribieron los expertos en vacunas de la Clínica Mayo, Gregory Poland y Robert Jacobson, en la revista The New England Journal of Medicine .
Aún hoy, que el fraude ha sido expuesto - The Lancet se retractó de la publicación del artículo, a Wakefield se le prohibió ejercer la medicina y todas las evidencias científicas coinciden en que la triple viral no causa autismo-, los grupos antivacunas siguen ciegamente agitando el fantasma del autismo. En países como Estados Unidos o Inglaterra, que antes de la publicación de Wakefield ostentaban tasas de vacunación envidiables, han sufrido brotes de las afecciones incluida en la triple viral, como resultado de la menor vacunación.
El origen de la mentira
Los orígenes del fraude de Wakefield se encuentran tres años antes de la publicación de su artículo en The Lancet . En marzo de 1995, este investigador del Royal Free Medical School, de Londres, llenó una patente en la que se atribuía una nueva forma de diagnosticar la enfermedad de Crohn. Según Wakefield, esta enfermedad inflamatoria que afecta a los intestinos podía diagnosticarse al detectar la presencia del virus del sarampión en el aparato digestivo.
La enfermedad de Crohn, vale aclarar, es aquella de la que, años más tarde, Wakefield diría que es causada por la vacuna triple viral. Pero para llegar a ese punto, otro crucial actor de este drama tenía que entrar en escena.
En febrero de 1996, un abogado llamado Richard Barr se puso en contacto con Wakefield. Barr era el abogado del grupo antivacunas inglés JABS, que desde su fundación en 1994 sostenía que la triple viral causaba daños neurológicos, y como tal su objetivo era demandar a los fabricantes de vacunas.
De su encuentro con Barr, Wakefield obtuvo dos cosas que le serían de utilidad. Por su colaboración para las demandas, comenzó a cobrar 250 dólares la hora. Pero la conexión con JABS también le aseguró un flujo de pacientes: niños cuyos padres estaban convencidos de que habían enfermado tras ser vacunados.
El primero de esos pacientes llegó a manos de Wakefield en julio de 1996. Tenía tres años, autismo y llegó con síntomas gastrointestinales que llevaron a Wakefield a poner en marcha todo un arsenal de estudios gastroenterológicos para tratar de obtener evidencias sobre la relación vacuna-enfermedad de Crohn.
Y, por qué no, de su relación con el autismo. Después de todo, JABS sostenía que la vacuna causaba daños neurológicos, y la madre del niño aseguraba que el pequeño había comenzado a experimentar los síntomas del autismo tras ser vacunado.
Entre julio de 1996 y febrero de 1998, cuando publica su artículo en The Lancet , Wakefield reclutó más pacientes para su estudio, patentó una nueva vacuna contra el sarampión basada en una tecnología ya conocida, y desarrolló todo un sistema para que el dinero (sumas cada vez mayores) que obtenía de Barr ingresara al hospital a través de una fundación, para financiar el desarrollo de la vacuna.
Caída libre
La caída de Wakefield comienza en febrero de 2004, cuando Deer publica en The Sunday Times irregularidades en la financiación y realización del estudio. Su caso testigo es, justamente, el primer paciente del estudio de Wakefield. Uno de los argumentos para vincular a la vacuna con el autismo es que sus síntomas debían aparecer a poco tiempo de ser vacunado.
En una entrevista con la madre del chico, Deer supo que los síntomas habían aparecido a los seis meses, y no a los seis días, como figuraba en el estudio. Una revisión de los registros de los 12 pacientes del estudio, y de los borradores previos a la publicación, revelaron que el lapso entre la vacunación y la aparición de los síntomas fue inventado en todos los casos para acomodarse a la hipótesis de Wakefield.
Más tarde, un análisis del caso Wakefield por parte del Consejo Médico General de Inglaterra halló que tres de los nueve chicos que el estudio afirmaba que tenían autismo no tenían esa enfermedad. Y de los que sí la padecían, sólo uno -el caso inicial- tenía la forma que Wakefield decía que era causada por la vacuna. En varios de los casos de autismo, la aparición de los síntomas era previa a la vacunación.
Con respecto a la asociación entre vacuna y Crohn, los datos fueron igualmente inventados.
¿Qué dice hoy Wakefield cuando le preguntan si fraguó los datos? Niega los cargos y dice que él ha sido víctima de una conspiración".
ANDREW WAKEFIELD
Ex investigador
Profesión: ex cirujano gastroenterólogo
Edad: 54 años
Origen: Inglaterra
CRONOLOGIA
Marzo de 1995
Patente
Andrew Wakefield patenta una forma de diagnosticar la enfermedad de Crohn a partir del virus del sarampión.
Febrero de 1996
Socios
Wakefield comienza a trabajar con Richard Barr, abogado de una asociación antivacunas, para demandar a los laboratorios.
Julio de 1996
Primer paciente
Wakefield recibe a un chico con autismo, cuya madre dice que es por la vacuna.
Junio de 1997
Otra patente
Wakefield patenta una nueva vacuna contra el sarampión.
Febrero de 1998
Publicación
La revista The Lancet publica el estudio de Wakefield que afirma que la triple viral causa un síndrome que combina autismo y Crohn.
Febrero de 1998
Negocios
Wakefield se reúne con accionistas para crear una compañía que venda su vacuna y su kit para Crohn.
Febrero de 2004
Denuncia
The Sunday Times denuncia irregularidades en el estudio.
Febrero de 2010
Retractación
The Lancet se retracta por la publicación del estudio.
Mayo de 2010
Prohibición
Wakefield es retirado del registro médico inglés, acusado de fraude y otros cargos.
Fuente: Diario LA NACION
Imagen: Foto Archivo / Ilustración: Eulogia Merle
17 comentarios:
Lo terrible Carmen, es que hay muchísimos niños no vacunados, las enfermedades han vuelto a aparecer. En nuestro país, se hacen campañas y se vuelve a vacunar.
Te imaginas, que todos los niños vacunados deberían padecer de Autismo...una sinveguenzeada!
Besitos tesoro :)
sinvergüenzada!
Que increíble Carmen, ya me enteré de esto en Canada.Que suerte que se supo a tiempo todo esto para desmitificar. Nos vemos pronto. Besos
Es increíble, no? Es... no hay palabra, pero lo peor es q aunq ya se sepa q no era así, hay quienes lo siguen creyendo. De cualquier manera, aunq fuera así, aun si existiera la posibilidad de que un componente de la vacuna reaccionara con una carga genética para dar autismo, más vale un hijo con autismo vivo que un hijo, que si tiene autismo lo va atener (vacuna o no), vivo...
Me fui x las nubes, pero es que son nuestros hijos!!!!
Hola Graciela,no me imagino, además ay que correr riesgos con todo lo que se refiera a medicamentos, no queda de otra, así como dice Marina. Besotes
Hola Silvita,que bueno de vuelta... Me imagino que disfrutando el calor. Cariños
Hola Marina, te enredaste, jaja pero se entendió perfecto.Pienso como vos, no se puede poner en riesgo la salud de los hijos.Un abrazo a los tres. Carmen
Hola Carmen.
Agradezco enormemente tu visita por mi blog y dejar tu huella en forma de bellisimo comentario.
Aprovecho para felicitarte por tu blog y decirte que cuentes desde hoy con un nuevo seguidor,
Un abrazo fuerte.
Ricard
La verdad es que es lamentable, y un tema que ha causado mucho daño. Este mito ha jugado con la salud de nuestros hijos, pufff menos mal que se ha desenmascarado.
Me llevo la entra a Contra los Mitos del Autismo, Carmen.
Besotes :)
Es tremendo , al final los niños son los peor parados. Y a pesar de esto sigue habiendo gente lucrandose con tratamientos milagro .
Un beso muy fuerte Carmen
No tienes porqué Ricard,me encantan tus blogs, ayer..y el de los dizfraces siempre los veo, me gusta todo lo teatral y el arte, y el de los cartelitos es muy divertido. Gracias por seguirme y contar con un nuevo amigo desde ahora. Abrazos para ti también. Carmen
Hola Anabel, muy lamentable y duró tanto tiempo. Como bajo la tasa de vacunaciones con esto fue increíble. Ahora se empieza a regularizar, ya subió un 5% desde mayo del año pasado.Cariños
Hola María,gente malintencionada siempre va a existir. Al final uno no sabe qué crer con tanta información que recibimos, debemos ser muy cautos con todo lo que se relaciona a la salud de nuestros niños/as.Besitos a Javi y cariños
Yo llegue a pensar en algun momento que la vacuna le hizo algo a mi hijo, de todas formas no crei mucho eso y si era asi que mas podia hacer. Me alegra que este aumentando el indice de vacunacion. Saludos.Ana
Qué magnífico trabajo estáis haciendo con este blog!!!! Me lo llevo a mis favoritos. Un placer teneros en la blogosfera. Besos
Hola Ana María,sea como sea hay que seguir para adelante, trabajar y trabajar es lo mejor. Ya regresamos, supe que me andabas buscando. Espero tu llamado.Cariños a Diego. Carmen
Gracias Cuca! muy agradecida con tus palabras. Nunca uno hace todo lo que desea y se propone, desearía tener más tiempo para dedicarle al blog.Un abrazo. Carmen
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