Esto ocurrió hace unos días en Argentina pero ocurre a diario en todo el mundo. Un caso más del drama que sufren niños y niñas, el acoso escolar, una situación que crece y que según los especialistas podría mejorarse con medidas de prevención en el aula y una adecuada capacitación a los maestros y maestras. Qué esperamos? Cuantas vidas más se tendrán que poner en juego antes de que los responsables hagan algo?.Este es uno de los múltiples artículos del “sonado caso” en que esperamos no termine siendo uno más.
¿Qué es lo que llevó al pequeño Víctor Feletto a dispararse un tiro en la sien, la semana pasada, en su casa de Temperley? Su abuelo José tuvo una respuesta inmediata. "Lo mató el colegio", dijo, furioso, aún con el dolor en carne viva. Los especialistas, en cambio, no creen que sea tan simple hallar una causa única para la tragedia, pero lo cierto es que José puso sobre la mesa dos cuestiones candentes: el acoso escolar, o bullying, y el suicidio adolescente.
Desde dentro y fuera del sistema educativo bonaerense -aunque el fenómeno, claro está, tiene un alcance nacional- estudiosos del tema consultados por LA NACION señalan que ni el hostigamiento entre niños ni las raíces de lo que puede derivar en un suicidio adolescente son bien detectados en las escuelas, y que hace falta mayor formación en esos temas específicos.
Víctor, de 12 años, se suicidó luego de que la directora de la escuela secundaria donde estudiaba le negó el permiso para dejar de ir a las clases de gimnasia, donde era empujado y golpeado por algunos compañeros. Su abuelo José, dueño del arma con la que el chico se quitó la vida, se quejó amargamente: "Lo obligaban a hacer ejercicio, aunque no quería. Nadie le dio importancia a su problema".
Los expertos coincidieron en que la tragedia de Temperley difícilmente pueda atribuirse a una sola causa, pero también señalaron que estos problemas suelen transcurrir debajo de las narices de padres, docentes y psicólogos, sin que ninguno de ellos los detecte.
La psicóloga Adriana Denegri, docente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) e integrante del Centro de Orientación Familiar platense de la Dirección General de Cultura y Educación (DGCE) bonaerense, afirmó que "algunos maestros no fijan tanto la mirada en las situaciones" de violencia entre alumnos. "A veces, hay cierto descuido. No de todos los docentes, claro", dijo. "Pero no siempre la escuela es capaz de registrar estos fenómenos, a pesar de que es un buen lugar para registrarlos. Sucede que el chico que lo padece lo silencia. Y como se trata de los alumnos más retraídos, los menos ruidosos y conflictivos, son aquéllos de los que menos se ocupan los docentes y los equipos psicológicos", añadió.
El diputado provincial Walter Martello (CC/ARI) coincidió: "El docente suele no advertir la existencia de estos casos porque el contexto general de violencia estandariza cualquier tipo de situaciones. Y los chicos generalmente no lo denuncian, porque la denuncia retroalimenta el círculo de violencia", dijo.
En febrero de este año, Martello presentó dos proyectos de ley destinados a visibilizar y abordar la problemática del bullying en la provincia de Buenos Aires. Uno de ellos propone realizar una encuesta anual sobre acoso escolar en todas las escuelas, ya que en la actualidad "no hay ningún dato como para poder mensurar el nivel de violencia en las aulas bonaerenses", según el diputado. El otro proyecto busca crear un taller obligatorio para chicos y padres en los dos últimos años de la secundaria, para hablar sobre ese tema.
Ambas iniciativas están ahora en la Comisión de Educación de la Cámara baja, esperando ser evaluadas para su tratamiento. Fuentes de la DGCE dijeron que no se brindarían detalles sobre el caso particular de Víctor "por precaución", debido a que hay una investigación admi¬nistrativa en curso.
El hecho de estar alerta para la detección del bullying (término que viene de la palabra en inglés "bull" que significa toro, es decir que se podría traducir como "torear") es crucial.
"Lo primero que hay que hacer es estar atentos, muchas veces los chicos o sus padres denuncian los hechos y no se les da la importancia que se debiera", afirmó por su parte Mariana Kelly, integrante del equipo Bullying Cero del Centro de Investigaciones del Desarrollo Psiconeurológico (Cidep).
Kelly explicó cuál es la actitud que toma el equipo del Cidep cuando recibe una denuncia: "Siempre hay que actuar con cautela y no exponer a los que denuncian los hechos ante sus pares, porque si la situación es cierta, pueden recibir represalias peores y además se corta la confianza depositada en nosotros".
EL EXTREMO
La conclusión visible, terrible y extrema de este problema invisible del acoso escolar a veces es el suicidio. La muerte de Víctor, como la de otros chicos, es el final de un camino recorrido en soledad, lejos de la mirada de los adultos. Así lo dicen especialistas en la problemática del suicidio infantil y juvenil consultados por LA NACION.
"El sistema educativo no está preparado para hacer la lectura de las señales" que da un chico que está considerando suicidarse, dijo el psicólogo y criminólogo Ernesto Páez, autor del libro Suicidio en niños y jóvenes: un encuentro entre salud y educación .
"Un caso como el de Temperley es un hecho de alta complejidad y no cualquier profesional puede atenderlo. Los chicos muchas veces dan señales de lo que se disponen a hacer; el problema es quién las decodifica."
Por ello, Páez insiste en la importancia de capacitar a todos los actores para que puedan detectar las señales tempranamente y así poder trabajar para evitar el desenlace fatal.
Juan José Fernández, especialista en psiquiatría infantojuvenil del hospital Lucio Meléndez de Adrogué, es uno de los médicos que vienen relevando los intentos de suicidio de niños y jóvenes en distintos distritos del Gran Buenos Aires. Y advierte que la falencia también está en el sistema sanitario.
"El peligro es que, si se cura la herida producida por el intento de suicidio, pero no se atiende el porqué, se puede volver a producir, y esta vez con éxito", explicó. Y añadió que sólo el 20% de los pacientes atendidos por tentativa de suicidio pasan al equipo de salud mental para ser correctamente tratados.
"Nosotros llevamos adelante un programa por el que charlamos con todos los actores, especialmente médicos y docentes, para que sepan cómo detectar la ideación suicida de un chico e iniciar la cadena de tratamiento", explicó el médico.
LOS SIGNOS A TENER EN CUENTA
El Centro de Investigaciones del Desarrollo Psiconeurológico-Grupo Cidep ofrece una lista de signos en los chicos para que padres y docentes tengan en cuenta.
Para los padres
No querer asistir a clase
Desarrollar síntomas físicos el domingo a la tarde
Aparecer con golpes y moretones injustificados
Estar irritable, triste y nervioso
Cambiar el carácter
Tener insomnio
Perder objetos o dinero para utilizar en el recreo
No tener ganas de ver a los amigos ni de salir de casa
Comenzar con cefaleas
Sentir dolores abdominales
Para los docentes
Falta con frecuencia
No tiene integración con sus pares
Baja el rendimiento académico
No entrega los deberes y antes lo hacía (quizá se los robaron)
Fuente original: La Nación, a través de:
10 comentarios:
Mut interesante, ojala en mi pais hubiera un programa asi.
Que horror lo de este chico. Los padres debemos estar muy alertas últimamente.Saludos a los dos.
Es un horror lo sucedido con el niño, deberíamos preguntarnos ¿por qué había en la casa un arma cargada? el niño tenía notas entre 9 y 10 ¿era por sí mismo o en el hogar se le exigía? ¿es cierto que las personas encargadas del niño, se presentaron en la escuela exponiendo lo que le sucedía?
Nada tiene sentido hoy cuando hemos perdido un niño. Sí existen lugares donde lxs educandxs pueden denunciar a sus compañerxs. Cuando comienzan las clases, en las reuniones de padres, madres, se entrega un escrito donde figuran los deberes y derechos de lxs alumnxs.
Mi hija pasó por ello Carmen, fue muy difícil sacarla adelante, justo en el paso de primaria a la secundaria. Tuvo asistencia psicológica, psicopedagoga...aún hoy con 21 años tiene resabios de lo acontecido.
En mi casa no existieron ni existen armas, las detesto.
Te mando besos y abrazos.
Yo entiendo a ese niño. Yo también sufrí acoso escolar desde los tres hasta los dieciséis, aunque no de forma física. No llegué a estar tan desesperada como para plantearme el quitarme del medio, así que supongo que lo suyo fue más grave. Aun así, lo que sí hice fue llenarme de odio y desarrollar en mí a una persona bastante agresiva. Cosa que con mi Asperger, no ayudó en absoluto. Es cierto que los profesores no están bien formados. El que no mira para otro lado, lo único que sabe hacer es obligarte a sentarte lejos de los que te tratan mal (Cosa que no sirve de nada). El problema viene cuando el acoso no lo dan los alumnos, sino los profesores. Yo sufrí maltrato psicológico por parte de mi tutora de tercero y cuarto de primaria. Aquello sí fue grave. Me dejó secuelas y un trauma infantil que, a pesar de haberlo olvidado, resurgió en la adolescencia, ocasionándome varios problemas psicológicos que no se fueron hasta que no superé el trauma. Fue muy duro todo, pero por suerte, ya pasó. Así que, en cierto modo, entiendo a ese niño.
Espero que todas las medidas que se tomen (Que nunca serán suficientes) funcionen, o mejoren la situación.
De verdad, lamento la muerte de ese muchacho. Tenía toda una vida por delante.
Ojalá hubiera programas y con resultados. Veo que tienes un blog Griega, pasaré a visitarte. Gracias por pasar.
Un horror Laura, todo suicidio de un chico lo es. Más aún cuando se pudo haber evitado. Alertas, sí, mucho.Cariños
Quedan tantas preguntas sin respuesta Graciela. Me imagino lo que habrán pasado, todo lo violento marca de por vida.También detesto las armas un sobrino se mató accidentalmente con una escopeta en el campo, ni tío jamás pudo perdonarse el descuido.Cariño para vos y las chicas.
Hola. Es mucho, más de diez años!.Tienes gran fortaleza Saiko. El maltrato psicológico es peor daña mas. La actitud tan negligente de los profesores empeora las cosas, no están preparados y no se comprometen. Es muy lamentable todo.Me pone feliz que hayas superado tantos obstáculos, un abrazo
Muchas gracias por el comentario. Sin duda, la entrada que publiqué en el blog ha sido un precioso regalo que ha significado mucho para mí y que nunca olvidaré.
Por último, felicitaros por la labor que realizáis a través del Programa de Desarrollo Psicosocial.
Felicidades por el blog.
Saludos y seguimos compartiendo.
Hola Paco, me encantó y me tocó. Perdí a mi padre hace muy poco. Ya quisiera tener un blog como el tuyo, falta de conocimiento en uso de las herramientas y muy poco tiempo además.Gracias y cariños
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