Los profesionales de la psicología conductista ven la causa de la conducta humana como existente fuera del individuo, en el ambiente inmediato. Si bien los modificadores de conducta destacan los sucesos del ambiente como alteradores de la conducta no significa que los sucesos internos no tengan influencia en la conducta. Los sucesos internos y las conductas como los pensamientos, sentimientos y percepciones pueden influir directamente en la conducta que presenta una persona.
El modificador de conducta se ocupa tanto de de las conductas apropiadas como inapropiadas que exhibe un individuo y del modo como puede intervenirse o manejarse para cambiar esa conducta observable. La modificación de conducta se inició después de 50 años de trabajo científico realizados por psicólogos dedicados al estudio de la teoría del aprendizaje. Además el conductismo se basa en el análisis experimental de la conducta y la llamada ingeniería del comportamiento con todas sus aplicaciones técnicas y terapéuticas.
Esto condujo al descubrimiento de tres cosas importantes:
1-Una persona puede hacer algo cuando obtiene como resultado una recompensa. Ejemplo: un niño/a aprende a hablar o hacer berrinches si con ello atrae la atención de sus padres.
2-Una persona deja de hacer algo a cambio de lo cual no obtiene una recompensa. Ejemplo: deja de hacer berrinches cuando se da cuenta que con ello no consigue ninguna atención.
3-Una persona aprende mejor cuando se le enseña en pequeños pasos.
Si nos proponemos ayudar a un niño/a a cambiar su conducta, lo primero que tenemos que saber es que la conducta es movimiento, siempre que empleemos la palabra conducta nos referimos a movimientos del cuerpo. Ejemplo: si movemos los labios, la lengua, las mandíbulas, los músculos de la respiración al mismo tiempo y de la forma adecuada, decimos que estamos hablando, esto es, manifestamos una conducta verbal.
Si movemos los ojos fijándonos en otra persona, decimos que manifestamos una conducta de contacto ocular. Si un niño mueve los ojos, los brazos y las piernas al mismo tiempo y de una determinada manera, decimos que esta jugando, esto es, manifiesta una conducta de juego.
En resumen, conducta es movimiento. Usamos la palabra conducta para referirnos a movimientos que podemos observar realmente o sea viendo o escuchando. Si no podemos observar la conducta que intentamos cambiar no la podemos modificar.
¿Cómo podemos intervenir para que cambie si no sabemos qué es lo que queremos que cambie?. Ejemplo: si decimos que “un niño/a no quiere aprender” ¿cómo podríamos cambiar esta conducta si no sabemos realmente que es lo que hace el niño?, porque la palabra “quiere” no nos dice nada respecto a los movimientos que podemos ver o escuchar. Entonces ¿cómo podemos ayudar a que quiera aprender si no podemos determinar que es lo que quiere y no?.
En cambio si decimos; “vuelve la cabeza para el otro lado cuando estamos explicando” sí tenemos un dato en relación con la conducta del niño/a, porque se refiere a movimientos que podemos ver, incluso contar el número de veces que realiza la conducta y en qué situaciones manifiesta. Entonces una vez observada e identificada en términos conductuales, así como el número de veces que realiza y ante qué circunstancias, contamos con otro dato para enseñar al niño a cambiar su conducta lo cual se puede conseguir de 4 maneras:
1-Enseñándole a que lo haga mejor, o sea más hábilmente.
2-Aumentando la frecuencia.
3-Disminuyendo la frecuencia.
4-A que lo haga en un determinado momento y lugar.
Por ejemplo: Hay muchas conductas que un niño/a “no sabe hacer muy bien” por lo tanto estas conductas necesita aprenderlas a hacer más hábilmente. Otras, las sabe realizar pero no la practica con la suficiente frecuencia o durante un lapso de tiempo determinado, entonces se tendría que aumentar el número de veces y el tiempo. Por otro lado hay otras conductas que realizan demasiadas veces y cuya frecuencia necesita disminuir y finalmente hay ciertas conductas que las realiza en el lugar inapropiado o en el momento inadecuado, por lo tanto hay que enseñarle a que lo haga en el sitio correspondiente.
El hecho de que la conducta del niño/a aflija al padre, madre o al maestro/a tal vez no sea un criterio adecuado para pensar en hacerle cambiar, puede ocurrir que el verdadero problema no constituya la conducta del niño/a sino más bien la actitud asumida por el adulto/a. En tal caso el verdadero problema “está en el adulto/a y no en el niño/a”, la decisión de cambiar la conducta debe basarse por lo menos en tres criterios :
1-La conducta debe presentarse con suficiente frecuencia, una pelea ocasional es normal pero si ocurre todos los días es inadaptada.
2-Si la conducta continúa acaba por perjudicar al niño/a, incluso a su medio.
3-Si la conducta impide la posterior adaptación y evolución saludable. Una conducta demasiado dependiente acarrea serios problemas en edades posteriores.
Al modificar una conducta no debe pensarse solo en disciplina o comportamiento moral. Abarca mucho más, o sea toda respuesta y rendimiento.
Muchas veces los adultos/as dedican demasiado tiempo y esfuerzo a enseñar conductas difíciles de aprender. Sin embargo los niños/as deben aprender en primer lugar conductas más fáciles que son prerrequisitos para alcanzar o adquirir otras habilidades. De allí la importancia del aprendizaje a pequeños pasos. En muchas cosas se puede estar dedicando excesivo tiempo al tratar de disminuir formas de conductas frecuentes como los berrinches, sin embargo es más importante aumentar “formas buenas de conducta” que tratar de disminuir las “malas”. Por otro lado hay personas que dedican un tiempo excesivamente largo a enseñar una determinada conducta haciendo que los niños se aburran con este procedimiento.
El modificador de conducta se ocupa tanto de de las conductas apropiadas como inapropiadas que exhibe un individuo y del modo como puede intervenirse o manejarse para cambiar esa conducta observable. La modificación de conducta se inició después de 50 años de trabajo científico realizados por psicólogos dedicados al estudio de la teoría del aprendizaje. Además el conductismo se basa en el análisis experimental de la conducta y la llamada ingeniería del comportamiento con todas sus aplicaciones técnicas y terapéuticas.
Esto condujo al descubrimiento de tres cosas importantes:
1-Una persona puede hacer algo cuando obtiene como resultado una recompensa. Ejemplo: un niño/a aprende a hablar o hacer berrinches si con ello atrae la atención de sus padres.
2-Una persona deja de hacer algo a cambio de lo cual no obtiene una recompensa. Ejemplo: deja de hacer berrinches cuando se da cuenta que con ello no consigue ninguna atención.
3-Una persona aprende mejor cuando se le enseña en pequeños pasos.
Si nos proponemos ayudar a un niño/a a cambiar su conducta, lo primero que tenemos que saber es que la conducta es movimiento, siempre que empleemos la palabra conducta nos referimos a movimientos del cuerpo. Ejemplo: si movemos los labios, la lengua, las mandíbulas, los músculos de la respiración al mismo tiempo y de la forma adecuada, decimos que estamos hablando, esto es, manifestamos una conducta verbal.
Si movemos los ojos fijándonos en otra persona, decimos que manifestamos una conducta de contacto ocular. Si un niño mueve los ojos, los brazos y las piernas al mismo tiempo y de una determinada manera, decimos que esta jugando, esto es, manifiesta una conducta de juego.
En resumen, conducta es movimiento. Usamos la palabra conducta para referirnos a movimientos que podemos observar realmente o sea viendo o escuchando. Si no podemos observar la conducta que intentamos cambiar no la podemos modificar.
¿Cómo podemos intervenir para que cambie si no sabemos qué es lo que queremos que cambie?. Ejemplo: si decimos que “un niño/a no quiere aprender” ¿cómo podríamos cambiar esta conducta si no sabemos realmente que es lo que hace el niño?, porque la palabra “quiere” no nos dice nada respecto a los movimientos que podemos ver o escuchar. Entonces ¿cómo podemos ayudar a que quiera aprender si no podemos determinar que es lo que quiere y no?.
En cambio si decimos; “vuelve la cabeza para el otro lado cuando estamos explicando” sí tenemos un dato en relación con la conducta del niño/a, porque se refiere a movimientos que podemos ver, incluso contar el número de veces que realiza la conducta y en qué situaciones manifiesta. Entonces una vez observada e identificada en términos conductuales, así como el número de veces que realiza y ante qué circunstancias, contamos con otro dato para enseñar al niño a cambiar su conducta lo cual se puede conseguir de 4 maneras:
1-Enseñándole a que lo haga mejor, o sea más hábilmente.
2-Aumentando la frecuencia.
3-Disminuyendo la frecuencia.
4-A que lo haga en un determinado momento y lugar.
Por ejemplo: Hay muchas conductas que un niño/a “no sabe hacer muy bien” por lo tanto estas conductas necesita aprenderlas a hacer más hábilmente. Otras, las sabe realizar pero no la practica con la suficiente frecuencia o durante un lapso de tiempo determinado, entonces se tendría que aumentar el número de veces y el tiempo. Por otro lado hay otras conductas que realizan demasiadas veces y cuya frecuencia necesita disminuir y finalmente hay ciertas conductas que las realiza en el lugar inapropiado o en el momento inadecuado, por lo tanto hay que enseñarle a que lo haga en el sitio correspondiente.
El hecho de que la conducta del niño/a aflija al padre, madre o al maestro/a tal vez no sea un criterio adecuado para pensar en hacerle cambiar, puede ocurrir que el verdadero problema no constituya la conducta del niño/a sino más bien la actitud asumida por el adulto/a. En tal caso el verdadero problema “está en el adulto/a y no en el niño/a”, la decisión de cambiar la conducta debe basarse por lo menos en tres criterios :
1-La conducta debe presentarse con suficiente frecuencia, una pelea ocasional es normal pero si ocurre todos los días es inadaptada.
2-Si la conducta continúa acaba por perjudicar al niño/a, incluso a su medio.
3-Si la conducta impide la posterior adaptación y evolución saludable. Una conducta demasiado dependiente acarrea serios problemas en edades posteriores.
Al modificar una conducta no debe pensarse solo en disciplina o comportamiento moral. Abarca mucho más, o sea toda respuesta y rendimiento.
Muchas veces los adultos/as dedican demasiado tiempo y esfuerzo a enseñar conductas difíciles de aprender. Sin embargo los niños/as deben aprender en primer lugar conductas más fáciles que son prerrequisitos para alcanzar o adquirir otras habilidades. De allí la importancia del aprendizaje a pequeños pasos. En muchas cosas se puede estar dedicando excesivo tiempo al tratar de disminuir formas de conductas frecuentes como los berrinches, sin embargo es más importante aumentar “formas buenas de conducta” que tratar de disminuir las “malas”. Por otro lado hay personas que dedican un tiempo excesivamente largo a enseñar una determinada conducta haciendo que los niños se aburran con este procedimiento.
Imagen : Google
14 comentarios:
Hola Carmen, no sabia que tenias un blog, la informacion esta muy clara y me hace acordar de nuestros cursos, saludos soy Graciela
Me ha encantado lo que he leído, genial explicado. Nosotros hemos tenido siempre objetivos muy claros: metas muy sencillas al principio, luego más complicadas, y dividido todo en pasitos peqeños para caminar hacia adelante.
besitos, corazón :)
Hola Graciela, si sos quien imagino, por Dios que ha pasado tiempo. Que tiempos y que cursos aquellos, verdad?. Gracias por escribir, un saludo, Carmen
Si supieras Anabel los años que vengo repitiendo esto. Si el niño no aprende es por que no supimos organizar e implementar un plan de trabajo adecuadamente, enseñando paso a paso las habilidades que le llevan a la conducta final. Cariños, Carmen
A mi también me encanto Carmen.
Estoy leyendo el libro Motivación y Refuerzo de Robert Schramm y habla mucho de este tema, hoy estoy convencida que sin duda es el camino.
Cariños.
Rosio
Gracias Carmen, como siempre, está muy claro!!!Y a mi me sirve mucho :)
Besotes!!!
Es el camino para toda la vida. Independiente a que uno utilice otras terapias, la conducta es lo mas obvio y siempre hay que trabajarla.Uu niño trabajado a nivel conductual aprende más rápidamente. Abrazos, a Mika un besito, Carmen
Marina, gracias! vi el video de Consta y no pude con mi genio te di unas sugerencias, me encanto! como no caer en sus redes, es muy pícaro, eso es bueno.Abrazos, Carmen
MuY BIEN explicado Carmen.
MUchísimas gracias por tu consejo para lo del rincón de estimulación, me encanta que me deis a mi también ideas y consejos.
Muchos besitos!!!
Feliz domingo!!!
Gracias Carmen, tengo un nieto -aun sin diagnostico- tiene cuatro años y medio, pensamos ( solo pensamos) que puede tener deficit de atencion....los psicologos mno dan diagnostico, ncesiten mas tiempo.
Yo tarto leer todo lo puedo, incluso imprimi unos test del blog de Anabel aunque parece que no va por ahi eltema: contesto a ellos sin muchas ganas pero lo hizo correctamente.
En Fin, esto es complicado...
Tu entrada me ha dado pautas a seguir, es complicado para mi niño que se centre en casa, no a si en el cole, donde esta feliz, tiene amigos y presta atencion.
Le falta destreza manual....
de nuevo muchas gracias
sonia
Gracias Vane! Hace mucho tiempo trabajé como terapeuta ocupacional en la escuela.Abrazos, Carmen
Hola Sonia, bienvenida!la falta de destreza psicomotora, torpeza, caerse,etc es uno de los indicadores del deficit de atención e hiperactividad. Pero si en la escuela no presenta problemas de concentración, puede ser algo emocional.No se apresuren, hagan tranquilos el diagnostico, suerte!. Cariños, Carmen
Excelente artículo, Carmen. Es cierto, todas son cosas que nos venís diciendo desde hace tiempo. Por favor, no te canses de repetirlas.
Hace unos meses, ví un película, "The Miracle Worker", creo que de 1962, que trata de la historia de Hellen Keller y su profesora. Hellen fue una mujer que, a causa de una grave enfermedad, quedó ciega, sorda y muda desde muy niña. A los doce años, sus padres estuvieron a punto de mandarla a un instituto para enfermos mentales, porque ya no sabían qué hacer con ella (sus problemas no eran mentales, sino sensoriales). Pero, decidieron probar a una profesora que había enseñado anteriormente a niños ciegos.
Para mí, lo más resaltante de ésta película fue el tema de la modificación de conducta, que es lo que hace ésta profesora con Hellen. También, se ve claramente la actitud de cada integrante de la familia, con respecto a la niña ciega.
Es una película que muestra todo lo que Carmen explica en éste artículo, muy interesante. La recomiendo fuertemente. Ojalá puedan verla. Saludos
Gracias Josefina, si recuerdo la película muy buena y emotiva. Muestra claramente como se puede trabajar y modificar el ambiente para lograr el aprendizaje. Gracias por recordarla. Cariños, Carmen
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