Desde hace unos días, a Raúl le ha invadido un estado de sobre excitación. Algunos lo conocen, es un participante de nuestro programa. Tiene 9 años, hace 3 años que está con nosotros y tiene autismo.
Este estado se manifiesta con una risita permanente que por momentos se vuelve descontrolada e imposible de parar en situaciones como la hora del baño. Todo le da risa y no se ríe en situaciones de contexto de risa. Se ríe de lo bueno y lo malo. Se ríe de lo triste y alegre. Se ríe de lo lindo y lo feo. Si le gusta o no, se ríe igual. Sonríe y se ríe todo el día y todo el tiempo. Y no se ríe porque esta feliz. Eso lo tengo claro, no siempre un niño con autismo esta feliz porque se ríe. Un niño con autismo puede ser muy feliz aun sin reírse. Raúl es dócil y alegre por naturaleza pero algo anda mal si uno se ríe todo el tiempo y con un total descontrol. Pasa de la risa al llanto con una gran facilidad y en forma permanente. Pero las lágrimas no duran, la risa sí. Raúl es un niño que puede autorregularse con una adecuada contención, nos lo ha demostrado muchas veces. Se tranquiliza y supera rápidamente estados de frustración. He probado todas las técnicas conductuales; desde ignorarlo, distraerlo, cambiarle o retirarle de la actividad y contenerlo tratando de autorregularlo con poco éxito. Y además de todo es una risa muy contagiosa y esto me dificulta la intervención adecuada, realizar el reforzamiento sin reforzarle mal, valga la redundancia. La hora del baño es un despliegue de risa, pero la hora de vestirse lo es aun más, al tratar de ponerse la ropa lo hace tan rápido y atropelladamente que se cae, se le resbalan las prendas y esto aumenta su risa. Estos ataques no duran mucho pero últimamente son muy frecuentes. También he podido observar que está aumentando sus movimientos al caminar, al correr, al realizar actividades o rutinas como comer y vestirse. Esta caminando algo así como un muñeco de trapo, un títere, se desarma, se destartala en una palabra. Sus movimientos son muy exagerados, exacerbados, así como la risa, son muy llamativos. Incluso estuvo semanas rengueando de un lado del pie porque las medias le molestaban. Esta situación se debe indudablemente a que está teniendo dificultades serias a nivel de procesamiento sensorial. Siempre las tuvo, pero era más fácil regularlo. Algo lo esta sobrecargando, eso no es raro y es hasta habitual en niños como Raúl. No creo que este bajo algún tipo de estrés, no hubieron cambios llamativos en su entorno. Por el momento sigo en lo posible las sugerencias de la TO que lo visitó y dio sugerencias relacionadas a su estilo sensorial. Ella comentó que Raúl requiere mucha información propioceptiva, necesita organizarse a nivel global motor, de ahí sus movimientos amplios y exagerados. Tiene un bajo registro propioceptivo o sea tiene que hacer más movimientos para percibirlo. Por ese motivo tiene una gran cama elástica en la casa y saltar formaba parte de su dieta sensorial. Una de las sugerencias era que, antes de exigirle actividades de estar sentado atendiendo para trabajar debemos darle actividades o estimulación como entrada a ese ímput. Es lo que requiere su sistema nervioso y él actúa en consecuencia. La cama lo ayudó mucho a nivel motor, organizó su marcha, por eso pedí que reiniciara esta actividad y en breve algún deporte, que retomara la natación. Ahora estamos combinando las actividades propioceptivas con las táctiles y vestibulares. Le solicité a la madre que le realice un EEG para ver si hay alguna anormalidad o relación con alguna epilepsia silenciosa o un tipo de crisis. Estoy a la espera de resultados y haciendo de todo para encontrar un equilibrio. Tardé en publicar este post, los resultados ya se notan, de hecho Raúl ya está empezando a autorregularse de nuevo.
Este estado se manifiesta con una risita permanente que por momentos se vuelve descontrolada e imposible de parar en situaciones como la hora del baño. Todo le da risa y no se ríe en situaciones de contexto de risa. Se ríe de lo bueno y lo malo. Se ríe de lo triste y alegre. Se ríe de lo lindo y lo feo. Si le gusta o no, se ríe igual. Sonríe y se ríe todo el día y todo el tiempo. Y no se ríe porque esta feliz. Eso lo tengo claro, no siempre un niño con autismo esta feliz porque se ríe. Un niño con autismo puede ser muy feliz aun sin reírse. Raúl es dócil y alegre por naturaleza pero algo anda mal si uno se ríe todo el tiempo y con un total descontrol. Pasa de la risa al llanto con una gran facilidad y en forma permanente. Pero las lágrimas no duran, la risa sí. Raúl es un niño que puede autorregularse con una adecuada contención, nos lo ha demostrado muchas veces. Se tranquiliza y supera rápidamente estados de frustración. He probado todas las técnicas conductuales; desde ignorarlo, distraerlo, cambiarle o retirarle de la actividad y contenerlo tratando de autorregularlo con poco éxito. Y además de todo es una risa muy contagiosa y esto me dificulta la intervención adecuada, realizar el reforzamiento sin reforzarle mal, valga la redundancia. La hora del baño es un despliegue de risa, pero la hora de vestirse lo es aun más, al tratar de ponerse la ropa lo hace tan rápido y atropelladamente que se cae, se le resbalan las prendas y esto aumenta su risa. Estos ataques no duran mucho pero últimamente son muy frecuentes. También he podido observar que está aumentando sus movimientos al caminar, al correr, al realizar actividades o rutinas como comer y vestirse. Esta caminando algo así como un muñeco de trapo, un títere, se desarma, se destartala en una palabra. Sus movimientos son muy exagerados, exacerbados, así como la risa, son muy llamativos. Incluso estuvo semanas rengueando de un lado del pie porque las medias le molestaban. Esta situación se debe indudablemente a que está teniendo dificultades serias a nivel de procesamiento sensorial. Siempre las tuvo, pero era más fácil regularlo. Algo lo esta sobrecargando, eso no es raro y es hasta habitual en niños como Raúl. No creo que este bajo algún tipo de estrés, no hubieron cambios llamativos en su entorno. Por el momento sigo en lo posible las sugerencias de la TO que lo visitó y dio sugerencias relacionadas a su estilo sensorial. Ella comentó que Raúl requiere mucha información propioceptiva, necesita organizarse a nivel global motor, de ahí sus movimientos amplios y exagerados. Tiene un bajo registro propioceptivo o sea tiene que hacer más movimientos para percibirlo. Por ese motivo tiene una gran cama elástica en la casa y saltar formaba parte de su dieta sensorial. Una de las sugerencias era que, antes de exigirle actividades de estar sentado atendiendo para trabajar debemos darle actividades o estimulación como entrada a ese ímput. Es lo que requiere su sistema nervioso y él actúa en consecuencia. La cama lo ayudó mucho a nivel motor, organizó su marcha, por eso pedí que reiniciara esta actividad y en breve algún deporte, que retomara la natación. Ahora estamos combinando las actividades propioceptivas con las táctiles y vestibulares. Le solicité a la madre que le realice un EEG para ver si hay alguna anormalidad o relación con alguna epilepsia silenciosa o un tipo de crisis. Estoy a la espera de resultados y haciendo de todo para encontrar un equilibrio. Tardé en publicar este post, los resultados ya se notan, de hecho Raúl ya está empezando a autorregularse de nuevo.
Subo el video de parte de la sesión con la terapeuta ocupacional en la casa de Raúl, asistió Rodrigo y su maestra. Es un video casero y como tal tiene desprolijidades, poco volumen, imprevistos difíciles de evitar en estas situaciones. Espero sepan disculpar y les sea útil a quien tiene o está pasando por situaciones similares.
Terapia Ocupacional from programapdp on Vimeo.
8 comentarios:
Muy bueno Carmen! Me encantó! Ojalá lo hubiera sabido cdo. era chiquita, me daban ataques de risa fuera de contexto si algo me ponía nerviosa, lo que hacía q me sacaran de la clase y eso a su vez provocaba q me riera aún más!!! Todavía me pasa pero aprendí a salir de la situación antes.
A los chicos no les pasa, tal vez a Constantino le ha pasado alguna vez, pero más q nada lo de pasar de la risa al llanto.
Besos!!!
Me has llevado a pensar con uno de mis hermanos, de niño que aún mantiene la risa no pudiendo controlarse.
Raúl está inmenso, precioso.
Besitos :)
Raulito es realmente muy alegre y parece que siempre está feliz, ese día particularmente estaba contento con todos a su alrrededor.Le extraño, un día de estos paso a verlo. Besotes
Hola Marina, a todos nos pasó y cuando fuimos chicos o adolescentes aún más, nervios, estres, inestabilidad típica de la edad. Pasar de la risa al llanto es muy habitual en los chicos, a Raúl le da por etapas ahora es la risa alguna vez todo le hacía llorar. Abrazos
A todos nos pasa de vez en cuando lo de tentarnos Graciela, yo pienso que nos sucede cuando estamos muy estresados pero de ahí a no poder controlarlo ya es algo llamativo pero nada preocupante, digo por lo de tu hermano. Raúl es un sol, de verdad, con sólo mirarnos nos cambia hasta el estado de ánimo. Cuando llego él de lejos me tira besos. Cariños
Cuando quieras Silvita, al menos si querés una gran dosis de ternura ya sabes que vas a encontrarla en los abrazos de Raúl.Y mucha risa contagiante por el momento que siempre viene bien.Un abrazo
Hola wapa, Carmen!! esta entrada me ha encantado!!
me serviría muchisimo si tuviese una caso así...
voy a poner unos enlaces en el blog, en apartado de tgd, con estas ultimas entradas.
un besote enorme!!!! feliz semana!!
Hola Vane, que bueno que te gustaron. Gracias por poner los enlaces, espero sean útiles.Un abrazo
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