
Hay trastornos del desarrollo y sensoriales que se detectan apenas el niño o niña nace (y aún antes) y otros que se descubren más tarde.
La detección precoz es de suma importancia, pues si las dificultades se diagnostican tempranamente es posible brindar al niño/a estimulación y/o intervención temprana que lo ayudarán a alcanzar su máximo potencial y le permitirán hacer muchas cosas que de otra manera no sería capaz de realizar.
Para la detección temprana de cualquier discapacidad o trastorno del desarrollo es necesaria la observación y evaluación del niño/a en función del Cuadro de Desarrollo y de la lista de signos atípicos de alerta o alarma.
Un signo atípico de alarma o alerta es una señal de advertencia, es la expresión clínica de una desviación del patrón normal del desarrollo.
Puede llevar a patrones de tipo compensatorio, con compromiso del desarrollo en su conjunto. No supone, necesariamente, la presencia de patología neurológica. Indica que el niño tiene un problema y debe ser examinado y/o tratado por un terapista calificado. Por ejemplo si:
- no fija la mirada en la mamá,
- se sienta en “W”,
- camina siempre en puntas de pies,
- toma los objetos con el dedo pulgar y el medio, etc.
Visión
Primer año de vida:
-Ojos rojos.
-Lágrimas espesas.
-Lagrimeo permanente.
-Desviación permanente o intermitente de uno o ambos ojos.
-Opacidad de una o ambas córneas (túnica o membrana transparente y abombada que recubre el globo ocular).
-Una de las córneas es de mayor tamaño que la otra, o ambas son llamativamente grandes.
-Molestias ante la luz.
-Ojo entrecerrado.
-Gestos de dolor.
-Movimientos oculares anómalos, sin dirección y sin ritmo.
-Ambos ojos desviados hacia abajo, con retracción de los párpados en forma intermitente.
-No fija la mirada en la mamá.
-No sigue los objetos con la vista.
A partir de los 12 meses:
-Desvía, inclina o gira la cabeza para fijar la mirada hacia los costados.
-Cierra un ojo.
-A menudo se tropieza con cosas o se cae.
-Se frota frecuentemente los ojos, o se queja porque le duelen.
-Párpados enrojecidos, llorosos, lagañosos, inflamados o edematizados.
-Frecuente o intermitentemente bizqueo de uno o ambos ojos.
-Para leer, lleva los libros u otros objetos muy cerca de los ojos.
-Se acerca mucho a la televisión.
-Córnea opaca o blanquecina.
-Falta de brillo en un ojo, a diferencia del otro.
-“Brillo” dentro de un ojo, en determinada incidencia o iluminación.
-Dolor de cabeza a repetición.
-Mareos (“le dan vueltas las cosas”).
-Molestia exagerada ante la luz (entrecierra los ojos, quiere estar a oscuras, etc.).
-Desviación intermitente o permanente de uno o ambos ojos.
-Confusión en discriminación de colores (6 años o más).
-“Molestias vagas” (difíciles de definir por el niño) y/o dolor persistente, sin causa determinada.
Audición
1 a 3 meses:
-No responde a los ruidos fuertes.
-No se calma con la voz de la mamá.
-Duerme mucho y no reclama atención.
3 a 6 meses:
-No se da vuelta cuando lo llaman suavemente.
-Demuestra una reacción marcada a ruidos repentinos.
-Es irritable.
Nota: “Un niño sordo puede balbucear (uu, bba, ajó, etc.) y realizar otros juegos vocales a la misma edad que un niño oyente.”
6 a 10 meses:
-Deja de balbucear (al no oírse, pierde interés en el juego vocal).
-Se muestra aislado del medio ambiente, impresiona “diferente” a otros bebés.
-Su atención a la música o cuentos es menor de cinco minutos.
-No comprende palabras y sonidos simples (no, mamá, chau, etc.).
-No responde a sonidos habituales (teléfono, alarmas, timbres, etc.).
10 a 15 meses:
-Dolores/supuración de oídos a repetición.
-Habla con voz muy alta o muy baja.
-Gira siempre hacia el mismo lado para escuchar, aunque el sonido provenga de otro lugar.
-No responde al llamarlo desde otro cuarto.
-Más de 15 meses:
-Utiliza gestos en lugar de palabras para comunicarse.
-Lenguaje inusualmente poco claro comparado con el de otros niños.
Área motora
Menor de 1 año:
-Mano cerrada en forma permanente, con dedo pulgar incluido, uni o bilateral.
-No lleva las manos a la boca.
-No sostiene la cabeza (4 meses o más).
-No toma un objeto (5 meses o más).
-No se sienta solo (9 meses o más).
-Movimientos anormales (temblores, convulsiones, movimientos rápidos de los ojos o nistagmus, etc.).
-No logra juntar las manos en la línea media.
-Muy rígido o muy fláccido (hipo o hipertonía).
* Nota: “Tono muscular es la contracción mínima sostenida que tienen todos los músculos, aún en reposo, sin hacer nada; se controla de manera autónoma por el cerebro”.
-Asimetrías en la postura o en la actividad: una mano y/ o pierna es más hábil o más lenta que la otra. Hasta los dos años ningún niño tiene determinada la lateralidad o preferencia de mano o pierna, deben ser simétricos en sus movimientos.
-Poco o demasiado activo.
-Irritable.
Mayor de 1 año:
-Marcha con piernas entrecruzadas.
-Camina en puntas de pie.
-Ausencia de marcha autónoma (18 meses).
-Un lado del cuerpo es menos coordinado cuando camina o corre.
-Un sector del cuerpo tiene mayor tono muscular, es más rígido.
-Las manos tiemblan o son torpes al realizar tareas de precisión (tomar objetos pequeños con los dedos, enhebrar, apilar cubos, dibujar, etc.)
Mayor de 3 años:
-No se para en un pie por un período corto (4 años o más).
-No puede cortar con una tijera (4 años o más).
-No puede tirar una pelota por lo alto o agarrar una pelota que rebota hacia él (5
años o más).
-Problemas de coordinación en actividades motoras gruesas o finas: equilibrio pobre, dificultad en aprender nuevas tareas que requieren coordinación viso-motora.
Área socio-emocional
Interacción con adultos:
Menor de 2 años:
-Irritabilidad.
-Apatía, desinterés, pasividad.
-Ausencia de sonrisa social (4 meses o más).
-Rechazo de contacto físico.
-Falta de interés por el entorno o las personas que lo cuidan.
-Auto-estimulación/auto-agresión.
-Juego estereotipado, ausencia de juego imitativo.
-Número inusual de comportamientos para llamar la atención (berrinches).
Mayor de 2 años:
-Carece de pautas de autonomía.
-Inseguro.
-No cumple órdenes sencillas.
-Aislamiento, timidez extrema.
-Crisis de ansiedad, baja tolerancia a la frustración.
-Cambio continuo de actividad.
-Conducta desorganizada, oposicionista.
- Interacción con otros niños:
Mayor de 3 años:
-Se involucra sólo en juego solitario o paralelo.
-Evita a ciertos niños.
-Se apega a otro niño en particular.
-A menudo desorganiza el juego de los demás niños.
-No interviene en juegos grupales o imaginarios (4 años).
-No comparte y/o no espera su turno (5 años).
Comportamientos individuales:
-Exhibe comportamientos auto-abusivos (por ejemplo: golpearse la cabeza).
-Reacciona exageradamente a estímulos no esperados (ruidos fuertes, sirenas, bocinas estridentes, etc.).
-Pobre capacidad para resolver problemas.
-Comportamientos repetitivos.
-Reacciona inusual y fuertemente al sentir ciertas substancias o texturas.
-Se siente incómodo al ser tocado por otra persona.
Mayor de 3 años:
-Falta de control de esfínteres por lo menos una vez por semana (4 años o más).
Área del lenguaje
-El habla depende de fenómenos biológicos, emocionales y socioculturales.
-Su adquisición es uno de los procesos más complejos de todos los que conforman el desarrollo infantil.
-Los trastornos del lenguaje están producidos por déficits o trastornos de la audición, intelectuales, del desarrollo y neurológicos.
-No deben subestimarse sus alteraciones, esperando una remisión espontánea y simple.
1 a 6 meses:
-Escasa reacción a la voz materna (2 meses).
-No gira la cabeza al sonido: voz, campanilla, etc. (4 meses o más).
-Ausencia de vocalizaciones recíprocas en los primeros meses.
-No balbucea.
Nota: “El balbuceo se produce por la ejercitación de las cuerdas vocales, no requiere de una audición normal.
-Un niño sordo aprende a balbucear (uba, uu, etc.) y realiza otros juegos vocales a la misma edad que el que oye”.
-Aislamiento y desorganización de la conducta.
6 a 10 meses:
-Pierde el balbuceo de los primeros meses, pues ya no le es placentero.
-No emite ni repite dos sílabas (sin significado): da-dá; ta-tá, etc.
-No vocaliza en respuesta a lo que se le habla.
10 a 15 meses:
-Ruptura o desvinculación con el medio.
-Relaciones frágiles y pobres con otras personas.
-No repite palabras ni sonidos simples.
-No emite palabras simples.
-Conductas y juegos estereotipados.
-Movimientos de auto-estimulación (rocking).
-Más de 15 meses:
-Ruidos y sonidos extraños, guturales (aullidos, gritos, etc.).
-No demuestra interés en libros o en escuchar historias.
-Ausencia de bisílabos (15 meses).
-No sigue instrucciones verbales simples.
-No emite palabras sencillas.
-No comprende órdenes sencillas (18 meses).
-No señala figuras ni partes de su propio cuerpo.
2 a 3 años:
-No señala partes de la cara o cuerpo.
-Dice pocas palabras, mal estructuradas y aisladas.
-Utiliza neologismos (significado individual a las palabras).
-No dice ninguna palabra.
-No arma frases de dos palabras.
-No se refiere a sí mismo por el pronombre “yo”.
-No usa el “mío” para designar sus pertenencias, ni el “tuyo”.
-No expresa sus necesidades por el lenguaje expresivo.
-Repite preguntas u otras expresiones verbales como eco (ecolalias).
-No puede repetir rimas o propagandas de la televisión.
Mayor de 3 años:
-No arma oraciones cortas.
-Las personas fuera de la familia no entienden lo que dice.
-Tartamudez.
Área cognitiva
Menor de 12 meses:
-Es irritable, llorón, difícil de calmar y de alimentar.
-No presenta sonrisa social (4 meses o más).
-Ausencia de viveza en la mirada.
-Escasa reacción ante caras o voces familiares.
-No puede concentrar su atención en personas, objetos y juguetes ni siquiera durante un minuto.
-Escaso interés por personas u objetos.
-Se aísla del ambiente mientras se balancea o se chupa la lengua.
-No diferencia conocidos de extraños (10 meses o más).
1 a 2 años:
-No extraña (12 meses).
-No imita gestos (12 meses).
-No comprende prohibiciones (12 meses).
-No señala con el índice (12 meses).
-No comprende órdenes sencillas (15 meses).
-No realiza juego imitativo (18 meses).
-Conducta o juego estereotipados.
-No encuentra los objetos que se ocultan a su vista.
-Camina bien pero tropieza continuamente con los objetos (falta de organización espacial).
2 años:
-Garabato descontrolado.
-No copia una raya ni un círculo.
-No organiza ningún juego.
-No imita ni relata situaciones que vio o en las que participó.
-o reconoce “arriba/abajo; adelante/atrás”.
3 años:
-No puede contestar preguntas simples.
-No conoce su edad, su sexo ni su nombre completo.
-No arma rompecabezas simples.
-No reconoce opuestos (alto/ bajo; frío/ caliente, etc.).
Más de 3 años:
-No da respuestas razonables a preguntas sencillas: “¿Qué hacés cuando estás con sueño?, ¿Qué hacés cuando tenés hambre?”.
-No demuestra habilidades para resolver problemas simples.
-No es capaz de contar hasta 3.
-No puede dibujar 2 ó 3 partes de una figura humana.
-No cuenta ni repite cuentos e historias.
5 años:
-No comprende el significado de palabras: “hoy”, “mañana”, “ayer”.
-No demuestra habilidades de memoria.
-No repite secuencias cortas o números.
-No completa lo que falta en una secuencia de objetos.
-No distingue colores.
-No sigue consignas simples en los juegos.
signos de alarma de problemas de integración sensorial
-Por dificultades en el procesamiento de estímulos simultáneos por baja o elevada sensibilidad sensorial, un niño con desorden en la integración sensorial presentará más de uno de los signos descriptos más adelante.
-Si se detectan, se debe consultar con el pediatra.
Irritabilidad o rechazo a ser tocado.
-Arquea su cuerpo o se pone tenso al ser sostenido.
-No se acurruca al ser sostenido, o llora.
-Se irrita si es pasivamente movido en el espacio, o se lo cambia de posición.
-No le gusta la presión sobre su cuerpo.
-Se distrae o reacciona con temor frente a movimientos comunes.
-No se calma fácilmente luego de estar disgustado o llorando.
-Se quita o no le gustan algunas texturas de ropa, juguetes o superficies ásperas, con etiquetas, etc.
-Evita y/o llora al probar comidas con diferentes consistencias (grumosas, más espesas, etc.) aunque sean introducidas a la edad apropiada.
-Le desagradan ciertos olores.
-echaza temperaturas frías.
-Le molestan sonidos de alta intensidad (licuadora, timbres, bocinas, aspiradora, etc.).
-Se distrae con facilidad.
-Presenta un carácter impulsivo.
-Le cuesta planificar sus tareas.
-Cuando algo no le sale bien, se frustra, se pone agresivo o se aísla.
Realiza movimientos extraños, no intencionales, con alguna parte de su cuerpo mientras ejecuta una actividad.
-Está en constante movimiento.
-Permanece en una posición poco activa, cansándose rápidamente.
-Pierde el equilibrio.
-No extiende sus brazos para protegerse al caer (6 meses o más).
-Le cuesta aprender nuevas actividades en las que usa sus brazos y piernas.
-Choca reiterativamente con su cuerpo contra objetos.
-No lleva su mano derecha hacia el lado izquierdo y viceversa (8 meses o más).
-No emplea ambas manos para jugar (no transfiere un objeto desde una mano a la otra, no cruza la línea media, no golpea dos chiches entre sí).
-Luego del año de vida, manipula los objetos sólo con la yema de sus dedos.
-No lleva objetos a la boca, o los muerde.
-Le cuesta dormirse; llora al acostarlo en su cama.
-Duerme por breve tiempo (15 minutos o menos), se despierta rápidamente.
-Duerme por largos períodos de tiempo.
-Pobre autoestima.
Desarrollo. Signos Atípicos de Alarma o Alerta
Dras. Iris T. Schapira y Enriqueta Roy
LOS AÑOS FORMATIVOS. Desarrollo e Intervención Oportuna en los primeros cinco años de vida
Imagen:Google