Cualquier intento de intervenir en la vida de un niño/a tiene que ser precedido de una evaluación muy cuidadosa. Es irresponsable y poco ético tratar de influir en la conducta de un niño/a para fines terapéuticos sin estudiar primero los detalles particulares de la situación específica. Este es un punto fundamental de la terapia de la conducta, donde muchos aspectos suponen procedimientos bien definidos y fácilmente aprendidos. Dichos procedimientos se prestan a intervenciones que pueden ser aplicadas incluso por personal sin criterio y cuidado, con poca capacitación, adiestramiento o experiencia o bien, puede impartirse como prescripciones estándar (las famosas recetas de boca en boca) para una intervención exclusivamente sobre la base de las quejas de los padres o de los maestros. La primera pregunta a respondernos antes de una evaluación es si el niño/a que ha sido llevado para que lo ayuden ¿tiene efectivamente un problema para el cual la terapia de la conducta podría ser adecuada?. La siguiente pregunta es ¿quién decide cuando un problema requiere tratamiento? ya que podemos caer en que sea una conducta no complaciente para los padres, o por expectativas erradas de los mismos u otro factor. La evaluación no puede limitarse a información de segunda mano que proporcionan los padres o los maestros, al niño/a se le debe observar directamente en más de un medio. La totalidad de la situación vital actual del niño/a es algo que tiene que tomarse en cuenta. Esto se debe no solo a que la conducta es a menudo específica de la situación, de manera que un niño/a que desobediente en la escuela puede ser un niño/a modelo en la casa o viceversa; sino también debido a que la factibilidad de un plan de intervención a menudo depende de la naturaleza de la situación en la cual debe llevarse a cabo y del tipo de personas de las cuales tiene que confiar el terapeuta para que le presten apoyo en la ejecución del plan. Una vez que el "problema o situación" ha sido identificado/a correctamente, la evaluación tiene que contestar preguntas respecto a los antecedentes y consecuencias de la conducta objetivo, y cuales de ellas se prestan a intervención. Tienen que decidirse la medida de frecuencia o intensidad de respuesta, deben determinarse programas de reforzamiento, así como especificarse las metas del tratamiento. Luego se debe determinar la capacidad del niño/a para utilizar la instrucción. La orientación conductual no busca agrupar las conductas bajo etiquetas. Más bien su intención es determinar qué dificultades o excesos conductuales presenta el niño/a con respecto a las normas sociales o contexto en que debe desenvolverse. La evaluación es muy importante pues guia el tratamiento. Para una adecuada evaluación existen diversos formatos de entrevista conductuales que debe cubrir aspectos como el análisis inicial de la situación problema, aclaración de la situación (incluyendo un análisis de antecedentes y consecuentes externos e internos), análisis motivacional, de desarrollo, de autocontrol, de relaciones sociales, análisis del ambiente social, cultural y físico. Cubriendo un análisis lo más completo posible por medio del cual es posible hacer una decisión terapéutica. Cubre tanto el ambiente interno como el externo del niño/a. Y debemos tener en cuenta la fuente de confiabilidad de la entrevista con los padres o el niño/a y; las formas de detección de datos no válidos. Luego otro aspecto a considerar son los registros directos y monitoreo o en caso de mayores la posibilidad de autoregistro o automonitoreo. Una evaluación cuidadosa no solo antecede a una intervención sino que también tiene que continuar mientras se lleve a cabo la intervención. Solamente el monitoreo continuo y objetivo de la conducta puede revelar si la intervención esta teniendo el efecto deseado y alertar al terapeuta para cambiar los procedimientos poco eficientes. Una vez que se ha terminado la intervención por que se ha logrado el objetivo del tratamiento, la evaluación deberá continuar durante un extenso periodo de tiempo sucesivo. Es parte de la terapia responsable determinar si los cambios producidos durante el tratamiento se mantienen y que el desarrollo del niño/a continúe en la dirección deseada.
Al evaluar la eficacia del tratamiento los terapeutas recurren al análisis de la conducta aplicada que se adecue a la conducta a tratar( llamado anteriormente diseño del modelo experimental). En todos los casos es necesaria una línea de base antes de la intervención, luego se aplica la intervención propiamente dicha o tratamiento y el seguimiento. No en todos los casos puede ser aplicado el diseño que incluye la llamada fase de reversión, por ejemplo en autolesiones, ya que no se debería instalar las condiciones de línea de base si se ha hallado una forma eficaz de reducir la conducta. La medición conductual ha sido desarrollada a partir de los principios teóricos que la sustentan. Uno de los primero rechazos hechos por la evaluación conductual hacia la tradicional es el número de inferencias que se da en la tradicional. Los primeros tipos de evaluación conductual realizadas fueron las mediciones hechas directamente en el ambiente natural generando la tecnología de la medición directa. Luego del surgimiento de la orientación cognitivo-conductual ha tenido más aceptación el automonitoreo. Es importante señalar que la evaluación conductual también hace inferencias, solo que éstas son de un tipo distinto a las hechas por la evaluación tradicional, están determinadas por el sistema teórico de la evaluación. Con la aproximación cognitiva se realizan ciertas inferencias tales como repuestas que median la relación estímulo-respuesta. Podemos considerar que la evaluación de la conducta sigue evolucionando y superando aspectos técnicos y metodológicos. Es necesario tomar en cuenta todos los aspectos al realizar la evaluación de los niños/as/pacientes para cometer el menor número de errores.
Al evaluar la eficacia del tratamiento los terapeutas recurren al análisis de la conducta aplicada que se adecue a la conducta a tratar( llamado anteriormente diseño del modelo experimental). En todos los casos es necesaria una línea de base antes de la intervención, luego se aplica la intervención propiamente dicha o tratamiento y el seguimiento. No en todos los casos puede ser aplicado el diseño que incluye la llamada fase de reversión, por ejemplo en autolesiones, ya que no se debería instalar las condiciones de línea de base si se ha hallado una forma eficaz de reducir la conducta. La medición conductual ha sido desarrollada a partir de los principios teóricos que la sustentan. Uno de los primero rechazos hechos por la evaluación conductual hacia la tradicional es el número de inferencias que se da en la tradicional. Los primeros tipos de evaluación conductual realizadas fueron las mediciones hechas directamente en el ambiente natural generando la tecnología de la medición directa. Luego del surgimiento de la orientación cognitivo-conductual ha tenido más aceptación el automonitoreo. Es importante señalar que la evaluación conductual también hace inferencias, solo que éstas son de un tipo distinto a las hechas por la evaluación tradicional, están determinadas por el sistema teórico de la evaluación. Con la aproximación cognitiva se realizan ciertas inferencias tales como repuestas que median la relación estímulo-respuesta. Podemos considerar que la evaluación de la conducta sigue evolucionando y superando aspectos técnicos y metodológicos. Es necesario tomar en cuenta todos los aspectos al realizar la evaluación de los niños/as/pacientes para cometer el menor número de errores.
Bibliografía utilizada: Terapia de la conducta infantil, de Alan Ross
4 comentarios:
Me vino muy bien la entrada. El viernes Salvador empezó con terapia cognitivo conductual. Estoy muy ilusionada, sobre todo porque él está feliz, y no te das una idea lo bien que se portó!!!
Besos
Me alegro mucho Marina, le va venir estupendamente. Esperamos ver pronto sus videos! Cariños para todos,Carmen
Hola Carmen y Rodrigo paso a saludarles, entiendo que esta evaluación de que hablas es para la terapia de la modificación conductual como usabamos antes, verdad? Saludos
Hola Gloria,Sí la evaluación que precede a un tratamiento de modificación cnductual, con observaciones, inventarios y línea de base de tres días y toda la recolección de datos previa y posterior.Cuesta por eso casi nadie hace esto.Saludos
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