¿Será que solo a los niños/as con autismo o algún tipo de diversidasd funcional y personas con discapacidades sensoriales les cuesta captar muchas de las sensaciones de su ambiente, o también a algunos adultos? Es notable como al ritmo de vida que llevamos dejamos de lado aquello, las cosas simples y sencillas de la vida que nos producen placer. Me refiero a las sensaciones, al permitirnos sentir. Las sensaciones que a través de los sentidos las vamos, no solo percibiendo sino integrando para formar una percepción. Sin la información de los sentidos no podríamos percibir el mundo, organizarlo y adaptarnos. Todos y todas nosotros/as dependemos de una integración sensorial funcional, que nos permita llevar a cabo las actividades cotidianas de nuestra vida como son el estudio, el trabajo, la diversión, el autocuidado, la autonomía y desde luego, las relaciones con sus múltiples emociones!
Los problemas a nivel de procesamiento sensorial, pueden influenciar directamente en nuestra habilidad para funcionar correctamente en la sociedad, pero son dificultades muy sutiles que son difícilmente reconocibles. Este proceso de asimilación de los estímulos se conoce como integración sensorial y como ya se sabe, tiene lugar de manera natural en la mayoría de los niños/as con su desarrollo. El mal funcionamiento de la integración sensorial es mucho más común de lo que pensamos y es un problema casi desconocido por la comunidad y muy conocido por quienes estamos relacionados/as de alguna forma con la diversidad funcional.
Esta dificultad, en los niños/as afecta directamente a su capacidad para aprender, a su comportamiento, a la manera de moverse, de adaptarse y de relacionarse con los otros, y afecta también los sentimientos hacia ellos mismos. Pero, yo me pregunto y en los adultos? como nos afecta?. Si estas informaciones que alcanzan el cerebro, son analizadas y utilizadas para interactuar de forma correcta con el ambiente para responder adecuadamente a la presentación de estímulos sensoriales; este proceso también se da en nosotros. Y con la falta o el exceso de estímulos procesando la información, reaccionamos probablemente cada vez peor?.
Podemos decir seguramente, que al igual que el niño/a que tiene un mal procesamiento sensorial a nivel neurológico producimos respuestas inadecuadas. ¿Qué tienen que ver las sensaciones en todas las emociones que experimentamos a diario y los problemas de estres que afrontamos? El aumento de la ansiedad, los miedos, la falta de seguridad, falta de tranquilidad, y autocontrol, etc. son producidos así como una reacción en cadena y una cosa lleva a la otra. Una percepción de estímulos exesivos o insusficientes hace que el establecimiento de las percepciones y la comunicación se vayan limitando y afecten las relaciones. Estar privado de las sensaciones físicas que nos permitan el desarrollo de nosotros mismos, nos ayuden a manejarnos en el espacio y con relación a el, a experimentar, ver y oír el mundo, disfrutarlo; en una palabra la sensación de los estímulos sensoriales organizados; es como una capacidad dormida en todos y todas, niños/as con o sin diversidad funcional y adultos/as con o sin ganas de sentir.
Los problemas a nivel de procesamiento sensorial, pueden influenciar directamente en nuestra habilidad para funcionar correctamente en la sociedad, pero son dificultades muy sutiles que son difícilmente reconocibles. Este proceso de asimilación de los estímulos se conoce como integración sensorial y como ya se sabe, tiene lugar de manera natural en la mayoría de los niños/as con su desarrollo. El mal funcionamiento de la integración sensorial es mucho más común de lo que pensamos y es un problema casi desconocido por la comunidad y muy conocido por quienes estamos relacionados/as de alguna forma con la diversidad funcional.
Esta dificultad, en los niños/as afecta directamente a su capacidad para aprender, a su comportamiento, a la manera de moverse, de adaptarse y de relacionarse con los otros, y afecta también los sentimientos hacia ellos mismos. Pero, yo me pregunto y en los adultos? como nos afecta?. Si estas informaciones que alcanzan el cerebro, son analizadas y utilizadas para interactuar de forma correcta con el ambiente para responder adecuadamente a la presentación de estímulos sensoriales; este proceso también se da en nosotros. Y con la falta o el exceso de estímulos procesando la información, reaccionamos probablemente cada vez peor?.
Podemos decir seguramente, que al igual que el niño/a que tiene un mal procesamiento sensorial a nivel neurológico producimos respuestas inadecuadas. ¿Qué tienen que ver las sensaciones en todas las emociones que experimentamos a diario y los problemas de estres que afrontamos? El aumento de la ansiedad, los miedos, la falta de seguridad, falta de tranquilidad, y autocontrol, etc. son producidos así como una reacción en cadena y una cosa lleva a la otra. Una percepción de estímulos exesivos o insusficientes hace que el establecimiento de las percepciones y la comunicación se vayan limitando y afecten las relaciones. Estar privado de las sensaciones físicas que nos permitan el desarrollo de nosotros mismos, nos ayuden a manejarnos en el espacio y con relación a el, a experimentar, ver y oír el mundo, disfrutarlo; en una palabra la sensación de los estímulos sensoriales organizados; es como una capacidad dormida en todos y todas, niños/as con o sin diversidad funcional y adultos/as con o sin ganas de sentir.
Esta entrada se me ocurrió al ver el corto publicitario "Una celebración de los 4 sentidos" que podrán verlo en el blog de Juana. Es una invitación a celebrar con todos los sentidos.
Referencia: http://maestradeal.blogspot.com/
Imagen: foto de Rodrigo
4 comentarios:
Muy lindo!!! hace tiempo no paso por el blog de Juana gracias por hacerme recordar, besos
Emocionante, precioso, estoy en contacto con niños y adultos no videntes...tienen una percepción impresionante, una sonrisa en los labios que lleva a compartirla.
Hacen deportes, yo no muevo ni un pié jajaja
Me encantó, besos!
Hola Ma Gloria,realmente lindo y qué música! Cariños
Graciela yo tampoco lo pude creer cuando hace muchos años ví como jugaban al futbol con una pelota con cascabeles. Fue en un curso de terapia ocupacional en Brasil y trabajé con un fisioterapeuta no vidente, una vez en el bus, le dieron mal el vuelto y el reclamó diciendo, soy ciego pero no estúpido! El discriminaba los billetes por el tacto, increíble. Abrazos, Carmen
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